LA HABANA, Cuba, agosto, 173.203.82.38 -El camino de la unidad en la oposición se viene trillando infructuosamente desde hace mucho tiempo, lo cual es indicativo de la complejidad de esta tarea, la más importante para la sociedad civil independiente.
La unidad es el cuerpo opositor, sin ella no tenemos representación, algo muy parecido a no existir. Nadie puede representar a la oposición si no está designado por la misma, tenga el reconocimiento internacional que tenga. Ser electo por la sociedad civil independiente, obtener el reconocimiento de sus congéneres, el liderazgo en esta gesta de titanes, es el mayor logro al que puede aspirar un patriota.
Si queremos lograr la unidad, llamarnos patriotas, promover la democracia y que nuestro sacrificio no haya sido en vano, debemos dejar de creer que alguno de nosotros es el que lo sabe todo, o el elegido de Dios. No solamente los candidatos al Nóbel padecen esta vanidad, una treintena de opositores del primer nivel andan en lo mismo, y tras esto pudiera estar la mano de la Policía Política.
El proyecto de unidad no es algo que se pueda elaborar en un día, requiere de la experiencia que solo da la práctica bajo el fuego agresor. Es imprescindible la continuidad, reconocer los esfuerzos y aportes de Concilio Cubano, Todos Unidos, Asamblea para Promover la Sociedad Civil y Agenda para la Transición Cubana.
Todos los proyectos de unidad opositora han sido agredidos por la policía política utilizando a sus colaboradores infiltrados en nuestras filas, opositores de primer nivel que actúan con total impunidad apoyados por la contrainteligencia, cual si fueran el perro y el cazador. Esta verdad es necesario reconocerla y dejar claro que vamos a enfrentar y sancionaremos como corresponde a los traidores.
El único proyecto viable de unidad ya existe. Tiene la peculiaridad de que nadie puede atribuírselo porque es obra de todos. Decenas de opositores han contribuido al mismo desde Concilio Cubano hasta nuestros días. Su estructura es de Parlamento, donde todos participan y se decide por mayoría la política a seguir, que no precisa de la obligatoriedad de asumirlas por los que están en su contra, pero si su respeto y abstención de agredirla. El proyecto nos junta para el trabajo común y la ayuda mutua, respeta la independencia y la estimula.
Este proyecto, único viable, es el Parlamento de la oposición, formado por juntas de niveles nacional, provincial y municipal, por lo que abarca a toda la oposición. Cuenta con una cámara de trabajo compuesta por una presidencia; una secretaría ejecutiva que acomete los acuerdos y representa al plenario; una contraloría para velar por el comportamiento ético de los miembros y el trabajo de las entidades, una tesorería y un consejo asesor compuesto por los coordinadores de unas veinte comisiones.
Agenda para la Transición Cubana cuenta con este proyecto confeccionado por todos, posee su organigrama y un reglamento que puede continuar perfeccionándose y lo ponemos a disposición de quienes amen de verdad la unidad, de los que deseen que las palabras se conviertan en hechos concretos y que los llamados como el de Payá Sardiñas, Biscet y cualquier otro no terminen en el basurero, como un papelito más.
Francisco Chaviano es Portavoz de Agenda para la Transición Cubana
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