Cambios demorados

LA HABANA, Cuba, octubre, 173.203.82.38 -A pesar de que es evidente que el programa de entrega de tierras en usufructo ha fracasado en su objetivo de elevar la producción agropecuaria, el gobierno continua demorando la aplicación de medidas adicionales para promover el interés de los campesinos por incrementar la producción.
Han existido promesas de ampliar la extensión de las tierras entregadas en usufructo hasta 67 hectáreas, de las 13,42 permitidas por el Decreto-Ley No 259; autorizar a los usufructuarios construir sus viviendas en las áreas entregadas; eliminar el término de 10 años, prorrogables sucesivamente a otros 10, para la concesión del usufructo, haciéndolo por tiempo indefinido; dejar a los campesinos comercializar los productos directamente en el mercado, y otorgar a sus descendientes derecho a la herencia. No obstante los insistentes comentarios sobre la próxima adopción de esas medidas, estas no llegan y la producción agropecuaria continúa sin aumentar en la medida que con urgencia se necesita. Como consecuencia otra vez el Estado tendrá que dedicar este año más de 1500 millones de dólares a la compra de alimentos, que en su inmensa mayoría podrían producirse nacionalmente, constriñendo más la pobre capacidad de compra en el exterior y las posibilidades de realizar inversiones.
Hasta el momento han sido entregadas en usufructo 1 131 000 hectáreas de tierra, de un fondo original de 1 200 000 de hectáreas ociosas, pero con posterioridad se ha reconocido la existencia de 600,0 hectáreas adicionales en esas condiciones. Cuba posee, según datos oficiales, un total de 6,6 millones de ha de superficie agrícola, en su mayoría en manos estatales con áreas todavía ociosas y otras deficientemente cultivadas, con rendimientos agropecuarios muy distantes del potencial productivo que tienen esas tierras.
Por otra parte, mientras prosiguen las demoras en la implantación de medidas que podrían impulsar la producción nacional, los precios de los alimentos en el mercado internacional continúan a niveles muy altos; más de dos veces del promedio existente entre 2002-2004, lo que parece no cambiará sustancialmente en los próximos años, aunque sucedan algunas fluctuaciones. Llama la atención que el azúcar continúe siendo el alimento mejor cotizado, a pesar de que en septiembre su precio bajo ligeramente respecto a agosto. Actualmente, el precio oscila entre 25 y 30 centavos de dólar la libra. Llama la atención estos altos precios, cuando se conoce que las expectativas de producción de Europa e India son elevadas, y la zafra realizada por Brasil, el mayor productor mundial, fue mejor que lo esperado. Si Cuba hubiera dispuesto de significativas cantidades de azúcar para exportar, como en otras épocas, habría tenido una bonanza económica de “vacas gordas”.
Los incrementos de precios en septiembre con respecto al nivel 2002-2004 fueron los siguientes: productos lácteos 2,1 veces, cereales 2,4, aceites y grasas 2,3, y azúcar 3,8, según el Índice de Precios de FAO, publicado el 6 de octubre pasado.
Prácticamente ya se ha perdido el año 2011 y una parte del 2012, pues incluso si mañana se implantaran las reformas, se necesitará tiempo para la limpieza de las tierras ociosas cubiertas de malezas, en especial marabú, el posterior alistamiento, la siembra y la cosecha, por lo cual los beneficios se recibirían a finales de 2012.
Hay que recordar además, el creciente peligro de que el mundo vuelva a un proceso de recesión, cuyas consecuencias para Cuba serían terribles, teniendo en cuenta que se trataría de una crisis sobre un país en crisis desde hace muchos años.