LA HABANA, Cuba, junio (173.203.82.38) – Los barberos cubanos dicen que su trabajo es como caminar por el filo de la navaja cuando lo ejercen por cuenta propia. La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), les impone un gravamen, y ya no saben qué hacer.
Si hasta septiembre del 2010 pagaban al fisco 150 pesos al mes, ya en octubre se vieron obligados a erogar 330 de impuestos. Además, cada tres meses deben contribuir con 268 para la jubilación.
De acuerdo con Alberto Carralero, un fígaro que tiene su barbería en Centro Habana, la lista de los beneficios a obtener no juega con los billetes que tiene que pagar a la ONAT. Aparte de no existir un mercado mayorista donde adquirir tijeras, navajas, talco, máquinas para afeitar y otros enseres para su labor, los inspectores los multan si no justifican que sus útiles de trabajo fueron adquiridos en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD).
“Cuando aparece un inspector estamos obligados a enseñarle los comprobantes de todo lo que se utiliza en la barbería o se nos impone una multa. En mi caso, tengo que sobornar a cualquier dependiente de un establecimiento estatal para que me venda los vales de compra”, expresó Alberto.
Pero tanto en las tiendas recaudadoras como en establecimientos que venden en moneda nacional, los precios están por encima de un valor que permita obtener ganancias. Sólo en el mercado ilegal, o mediante personas que vienen del exterior, los barberos se avituallan de lo necesario a menor costo
“Como si fuera poco –señaló-, para colocar un anuncio que destaque la barbería, es obligatorio acudir al arquitecto de la comunidad con una foto personal de 20 pesos. Además, para obtener el cartel hay que pagar como mínimo 200 pesos. Por mantenerlo en el exterior del establecimiento, 15 pesos mensuales”.
En un país donde casi todos andan pelados al rape, la mayoría sólo se corta el cabello una vez al mes; otros se dejan crecer la melena como Sansón, y en el caso de Alberto, cobra por el corte 10 pesos en moneda nacional. Los barberos no pocas veces tienen más pérdidas que ganancias.
Por otro lado, en los cambios aprobados por el Consejo de Ministros para incentivar el trabajo por cuenta propia, no están contemplados los barberos.
De los 178 oficios autorizados a ejercer de forma privada, sólo serán exonerados de pagar impuestos (por lo que resta de año), quienes empleen entre una y cinco personas. También se le reducirá hasta un 25 por ciento del gravamen a los que alquilen casas.
Asimismo, en las nuevas medidas se contempla la suspensión temporal del pago de tributos –de tres a seis meses- a los transportistas y arrendadores que reparen sus autos y viviendas, respectivamente.
Los barberos esperan que para ellos también mejoren las cosas. Mientras tanto, caminan por el filo de la navaja, entre los impuestos y las multas de los inspectores.