LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -En las sociedades totalitarias como la que padecemos los cubanos, donde las organizaciones oficialistas son meros apéndices del aparato de poder, dichas organizaciones son víctimas frecuentes de un espejismo: ellas creen que programan y organizan sus congresos, pero la realidad indica que esos eventos se celebran cuando la cúpula gobernante lo cree oportuno. Lo anterior es aplicable al recién concluido 2do. Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Lo primero que resalta es una interrogante: ¿por qué ahora este congreso si en 27 años de funcionamiento, solo se había efectuado una reunión de este tipo? Ah, porque el castrismo está preocupado por el relevo generacional. Los jerarcas del gobierno creyeron conveniente conocer en este momento qué piensan los jóvenes creadores en ese sentido; si están a favor del diálogo generacional— como lo desean las altas esferas—, o por el contrario abogan por una ruptura con sus predecesores. Mas, al menos en el discurso, el presidente saliente de la AHS, Luis Morlote, se encargó de tranquilizar al propio General-Presidente y su séquito al expresar que “la Asociación confirma que el relevo de la generación que hizo la revolución está garantizado”. El nuevo presidente es el diseñador Rubiel García.
Y comoquiera que en todas las sesiones del Congreso hubo una representación de la máxima dirigencia, encabezada por el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nada mejor que seguir las huellas de esa comitiva para palpar la esencia de esta cita. Así, el pasado día 17, cuando diferentes comisiones discutieron acerca del reglamento y los estatutos de la Asociación, la enseñanza artística, y la promoción internacional de los jóvenes artistas, Díaz-Canel y compañía optaron por intervenir en la comisión que trataba el funcionamiento económico de la AHS.
Aquí se recalcó en la necesidad de concebir otras maneras de existencia de la Asociación considerando los cambios económicos que tienen lugar en la isla, lo que podría traducirse en una nueva política que reduzca gastos y genere ingresos que coadyuven al autofinanciamiento de la AHS. A propósito, en esta comisión, la más importante del primer día de sesiones, estuvo presente Abel Prieto, asesor de Raúl Castro. Mientras tanto, el ministro de Cultura, Rafael Bernal, fue enviado a la comisión que analizaba la enseñanza artística. Al parecer, el “gobierno paralelo” de Castro II relega a un segundo plano al gabinete oficial. Se trata de una costumbre que habría heredado de su hermano mayor.
El viernes 18, Díaz-Canel y sus acompañantes participaron en la comisión dedicada a los audiovisuales y la promoción cultural, desdeñando las discusiones en torno a las artes escénicas, la crítica literaria, la música y las artes plásticas. Obviamente, la nueva estrella de la nomenclatura castrista se inclinó por la comisión que le posibilitaba transmitir un mensaje más general e ideologizado, no encasillado en particularidades artísticas. En ese contexto, el señor Díaz-Canel les “sugirió” a los delegados que se esforzaran por crear un audiovisual cubano más aportador, que huyera de “la banalidad, la vulgaridad y la seudocultura que ha traído la globalización”. También aprovechó la ocasión para insistir en que en este momento “el enemigo intenta subvertirnos, para cambiar nuestra forma de pensar, para desideologizarnos”.
En la sesión final del Congreso, y a tono con lo que está de moda en Cuba, los jóvenes delegados debatieron sobre la pérdida de valores que afronta la sociedad cubana, sin aportar realmente ninguna idea pragmática acerca de cómo revertir esta situación. Fue un asunto tratado igualmente por el señor Díaz-Canel cuando, tal y como se esperaba, pronunció el discurso de clausura de este Congreso.
Bueno, ¿y cuándo se celebrará el 3er Congreso de la AHS? Contrario a lo que pudieran pensar los ilusos jóvenes que integran la Asociación, será cuando la maquinaria del poder decida afianzar aún más su control sobre los jóvenes escritores y artistas.