LA HABANA, Cuba, marzo (173.203.82.38) – En la sala de su casa, la anciana mira la televisión. No importa si es el programa Mesa Redonda, el noticiario o los muñequitos. Dormita todo el tiempo. Sus ojos sólo se abren cuando empieza la telenovela o si le hablan de la muerte de Fidel Castro.
-Ahí mismo va a ser, con él, me muero yo.
No es que todos los ancianos sean tan apasionados con la suerte del caudillo, pero la realización del Sexto Congreso del Partido Comunista, dentro de un mes, les quita el sueño. Cuando Fidel deje de ser el primer comunista, con él se irá una parte importante de sus vidas.
Marc Frank, uno de los pocos corresponsales extranjeros que no ha sido domesticado por el Centro de Prensa Internacional, hizo un reporte desde Holguín, donde refirió que “fuentes cercanas a la organización” le dijeron que esperan que Fidel Castro sea relevado de su cargo.
Fidel Castro ostenta el título de Primer Secretario del Partido Comunista desde 1965, cuando se fundó la organización, única de su tipo permitida por la Constitución, aunque en los últimos años han surgido otras organizaciones políticas. La responsabilidad de Castro al frente del país es nominal, desde que delegó casi todos sus poderes a su hermano, tras una enfermedad que en el 2006 lo retiró de la vida pública. Su salud es considerada secreto de Estado, y no se sabe cómo funciona su mente, pues tiende a desaparecer cada cierto tiempo, y en la columna Reflexiones del compañero Fidel, puede decir los disparates más insondables, permitidos sólo a los reyes orates.
El relevo oficial de su último cargo sería un paso simbólicamente importante para la estructura política del Estado y cerraría una era en la isla. A partir de ese momento, su hermano menor tendría todos los poderes. Es probable que en ese momento desaparezca el cargo de Segundo Secretario, una responsabilidad diseñada para Raúl Castro, quien controló durante cuarenta y cinco años el Ministerio de las Fuerzas Armadas.
El Sexto Congreso, supuestamente, solo tocará los temas económicos, aunque en las asambleas de elección de delegados también se eligen a miembros del Comité Central, otra estructura nominal en la nomenclatura comunista, cantera de los miembros del Secretariado y el Buró Político.
Según el reporte de Marc Frank, periodista de Reuters, Fidel Castro “tiene partidarios que creen debería seguir como líder del PCC”, o que creen que “no hay motivos para que Fidel Castro sea relevado, dado que todavía es el mejor pensador estratégico de Cuba”.
Sin embargo, en la calle se piensa otra cosa. La oposición democrática, en franco crecimiento, ve en su elección por las bases otro gesto de populismo porque, al ser el primer secretario del partido, es el responsable ejecutivo de la organización del evento y no necesita ser elegido, pero además, apoya la idea de que el partido comunista asuma una visión pragmática respecto a si mismo y se convierta en una organización moderna, capaz de permitir la convivencia democrática. Y para eso es muy importante, que Fidel acabe de irse.