LA HABANA, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -Los días 28 y 29 de noviembre, me dirigí a diez puntos capitalinos en los que se oferta periódicamente arroz liberado de importación. Pregunté si tenían en venta arroz criollo, interrogante absurda pero intencional, con la que me proponía recabar información sobre este alimento, desaparecido de la red minorista del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) desde mayo de 2010.
El Estado cubano liberó la venta de arroz a la población y estableció para el grano criollo el precio de 3,50 pesos la libra, equivalente a 0.15 centavos de dólar. Al arroz importado se le fijó un precio de 5 pesos la libra (0.25 centavos de dólar).
Según datos oficiales, la siembra de arroz en Cuba abarca 152 municipios del país, cosecha que debe alcanzar las 275 mil toneladas anuales en el 2016.
Salvo Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo, el resto de las provincias de Cuba cuenta con cooperativas productoras de arroz criollo, para un total de 173 mil hectáreas plantadas en todo el país. Además, desde 2009, muchas de estas cooperativas reciben asesoría de especialistas japoneses, chinos y vietnamitas.
Sin embargo, el arroz de producción nacional se queda atascado en algún eslabón de la cadena de distribución. Muchos cubanos sospechan que el arroz que importa la empresa cubana Alimport, desde Estados Unidos, Brasil, China y Vietnam -el cual no ha dejado de comercializarse-, está siendo mezclado con el grano de cosecha nacional.
En mi periplo por estos mercados y agro mercados capitalinos, me fue difícil corroborar la autenticidad del arroz importado. Aunque este producto se despacha en sacos de nilón con las credenciales de Alimport, la duda nos persigue cuando le vemos granos partidos, pajas y piedrecillas, así como granos de diferentes formas, tamaños y matices.
En el establecimiento Cadena Doña Yuya, de calzada 10 de Octubre y Acosta, en el barrio habanero La Víbora, la dependiente se echó a reír cuando pregunté si había arroz de 3,50 la libra. Después hice la misma pregunta en Maravillas Monte (antiguo Ten Cent de la calle Monte). La auxiliar, una señora gruesa de color, respondió con otra pregunta: ¿Desde cuándo tú no sales a la calle?
En los mercados La Defensa y Milagros, el primero situado en Santa Amalia y calzada 10 de Octubre, municipio Arroyo Naranjo, y el segundo, en 10 de Octubre y Milagros, La Víbora, encontré respuestas como: “no hay en estos momentos” o “eso ya no existe”.
Mi itinerario continuó por el mercado de 23 y 10 en el Vedado, los combinados comerciales Mantilla y El Antonio, ambos en Arroyo Naranjo. Por supuesto, ni asomo de arroz criollo.
Lo que verdaderamente no “sale a la calle”, hace 18 meses (o sea, desde que se le fijó un precio “asequible” para el bolsillo del consumidor), es el arroz de 3,50, sin que el Estado cubano haya dado explicaciones sobre su ausencia.
Idalexis Rodríguez Llanes, director del sector arrocero al nivel nacional, declaró al Sistema Informativo de la Televisión Cubana, el pasado 14 de septiembre, que el arroz cosechado en Cuba se distribuye principalmente al MINCIN, en ventas destinadas al turismo y a la producción de semillas.
¿Realmente el turismo se surte con arroz nacional, un producto seriamente contaminado, debido al atraso tecnológico de las recolectoras y molinos mecanizados?. Y de no ser así, ¿dónde está el arroz criollo?, ¿en qué eslabón de la cadena de distribución se mezcla con el arroz de importación?
¿Será que el arroz criollo pasó la página sin que nos avisaran porque tienen previsto aumentar su precio, a tono con la actual tendencia que muestra el Estado?.
Según los “sesudos” oficialistas, lograr cosechar una tonelada de arroz le cuesta al país 200 dólares. ¿Nos estarán queriendo decir que si regresa el grano criollo a la tarimas, no debemos esperarlo con el precio de 3,50 la libra?.