LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -El teatro musical, es quizás el género más difícil del arte de las tablas. Agrupar a profesionales que tengan la capacidad de cantar, bailar y actuar –todo con calidad– suele ser un dolor de cabeza para los directores que se atreven a incursionar en esta difícil manifestación artística.
Hoy, en Cuba, esta industria de entretenimiento, una de las más demandadas por los cubanos, está saturada simultáneamente de ideología y mediocridad. El desgano, el facilismo y la falta de creatividad de algunos directores artísticos, a lo que se suman las carencias materiales y las trabazones burocráticas propias del sistema, redundan en producciones mediocres.
Sin embargo un atisbo de esperanza asomó el viernes 31 de agosto en la sala Dulce María Loynaz del Centro Hispanoamericano de Cultura, en La Habana. Allí un grupo de jóvenes actores y cantantes, conducidos por el también joven director, David Guerra, nos entregaron el espectáculo: “Showtime! El universo del teatro musical”, un collage de escenas de legendarios musicales de Broadway. El espectáculo incluyó escenas de los musicales Hair, Gospel, Chicago, Sweet Charity, Cabaret, Rocky Horror Picture Show, Evita, Jesus Christ Superstar y Sunset Boulevard, entre otros.
Lo más positivo de Showtime, es que el público no asistió a una descarga de simples imitaciones. El espectáculo nos entregó una concepción fresca, que imbricó géneros y redimensionó personajes. Los intérpretes no sólo vocalizaron con maestría, sino que, con un alto nivel dramático, comunicaron los conflictos internos de los personajes al público, que respondió con catarsis, lágrimas y cerrados aplausos.
No obstante, hubo aspectos del espectáculo que podrían ser mejorados. Pienso que deberían introducirse cambios en la secuencia de las escenas, puesto que fue palpable el desbalance de ritmos entre el primero y segundo acto. También el sonido no tuvo la calidad óptima requerida, pero tal dificultades no opacó la brillantez del espectáculo.
Quizás Showtime, causó comezón entre los directores establecidos que se encontraban en el público, quienes deben haber lamentado que la concepción de este espectáculo, una idea compartida de David Guerra, Ubail Zamora, Lynet Rivero y Liván Albelo, no se les ocurrió primero a ellos.
Los jóvenes cantantes y actores de “Il gruppetto” (una brigada del Teatro Lírico Nacional de Cuba), la camerata “Vocale Sine Nomine” y el teatro “La luna”, trabajaron en conjunto durante todo su periodo vacacional veraniego para poder estrenar el espectáculo. Según cuentan sus integrantes, la pasión por el género hizo que asumieran con gusto el sacrificio de sus vacaciones.
Showtime marca un punto de partida. Constituye una muestra de la voluntad de este grupo de jóvenes artistas, que desean “revolucionar” el teatro musical en Cuba, y al mismo tiempo revitalizar la ópera y la zarzuela, géneros también demandados por el público cubano.
Desafortunadamente los teatros de que dispone este tipo de grupos para presentar sus trabajos, no tienen las condiciones técnicas necesarias, especialmente las acústicas. Sería muy positivo que los funcionarios del Ministerio de Cultura apoyasen a estos apasionados jóvenes que quieren desarrollar el teatro musical, un género prácticamente olvidado en la Isla, cuya ausencia también se ha sumado a las múltiples carencias de este pueblo.