LA HABANA, Cuba, abril, 173.203.82.38 -El estelar pelotero José Ariel Contreras (Las Martinas, Pinar del Río, 26-12-71), radicado en los Estados Unidos, visitó la Isla en enero pasado, y vacacionó tres días en Guanabo, al este de La Habana. Cientos de fanáticos y curiosos lo saludaron. Entre ellos, el profesor Félix González Ochoa, quien desempolva recuerdos para Cubanet.
“Aunque reconocía en Contreras a un colosal pelotero, me caía antipático. No sé cuántos insultos deportivos le lancé cuando jugaba en el Latinoamericano, sin otra motivación que la de ser representante del equipo Pinar del Río, contrario a Industriales, del que soy apasionado. Contreras, muy humano y hombre correctísimo, no olvida sus raíces. Después de conversar con él, me he sentido apenado por aquellas rechiflas al calor del estadio colmado de industrialistas”.
Cuenta González Ochoa que todos en Guanabo querían darle la mano a Contreras, abrazarlo y fotografiarse a su lado. Y eso que la prensa oficialista no promocionó su visita. “Yo casi me convertí en su sombra –añade-, lo perseguía en todos sus paseos. Mi curiosidad me llevó a hacerle algunas preguntas”. Grosso modo, aquí está la conversación de González con el pitcher:
-¿Por qué decidiste abandonar Cuba?
-Cuando vi a mi amigo y colega pelotero Julio Romero recogiendo sancocho en cubos, cargándolo en su bicicleta para criar sus puercos, porque el salario no le alcanzaba para vivir, me dio mucha pena por él y por mí. Me dije: Esa no será mi vejez, tengo que buscar futuro. Me voy de Cuba.
-¿Quisiste ayudar a Pedro Lazo y a Erlis a desertar en México, cuando viajaste desde Estados Unidos a su encuentro?
-No, hombre, no. Somos amigos, los llamé por teléfono, los invité a vernos, conversar, pasar juntos un rato. Lazo y yo somos compadres. Él bautizó un hijo mío, pero hubo el rumor de que desertarían y eso parece que disgustó a los dirigentes del deporte en Cuba.
-¿Te gustaría regresar a Cuba?
-Sí, de vacaciones. Cuba no deja de ser mi país. Hubiera querido comprar una casa en Guanabo, hacer alguna inversión, pero el gobierno no me lo permite por ser cubanoamericano.
Al margen del oficialismo -que hizo mutis -, el pueblo tributó un merecido homenaje al ídolo, quien pudo regresar a Cuba tras las reformas migratorias de enero. En cada lugar visitado por Contreras (la peña deportiva del Parque Central de La Habana, la playa de Guanabo, en su pueblo natal…), por donde quiera que iba, se desbordaban multitudes. Homenaje a quien desde la otra orilla, tierra de oportunidades, alcanzó genuina gloria deportiva universal y se hizo millonario, muy merecidamente, por su talento y virtudes.