Cientos de miles ucranianos pidieron en las calles de Kiev comicios anticipados después de que el Presidente Viktor Yanukovich y su par ruso, Vladimir Putin, se reunieran el viernes recién pasado en Sochi.
Inicialmente se dijo que Putin y Yanukovich habrían firmado un “acuerdo estratégico” por el que Ucrania recibiría varios miles de millones de dólares en créditos y que incluiría la entrada en la Unión Aduanera, sin embargo, algunas fuentes de Gobierno salieron a negar la información e indicaron que los mandatarios “sólo hablaron”.
Los manifestantes consideran que la posible adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera de exrepúblicas soviéticas que promueve Moscú sería una “catástrofe” para el país, y un portazo definitivo a las aspiraciones de integrar la Unión Europea.
En las movilizaciones los indignados derribaron en Kiev una estatua del líder revolucionario ruso Vladimir Lenin. Manifestantes ucranianos que protestaban contra el rechazo del gobierno de un pacto con la Unión Europea (UE) derribaron hoy una estatua de Lenin en la plaza central de Kiev, indicó la policía.
Una treintena de personas con los rostros cubiertos rodearon la estatua con una cuerda a la altura del cuello, y ataron esta a unos árboles cercanos para derribarla, al grito de “¡Al suelo, miseria comunista!”, constató un fotógrafo.
“Manifestantes enmascarados derribaron la estatua de Lenin”, dijo un vocero de la policía, indicando que los manifestantes ondearon banderas del nacionalista Partido de la Libertad.
La movilización pro europea congregó este domingo a cientos de miles de personas en las calles de Kiev.
Lenin es una figura detestada por los nacionalistas ucranianos, que ven en ella un símbolo de la sumisión de su país a Moscú durante la época de la Unión Soviética. Los manifestantes pro europeos acusan a Rusia de haber presionado a Ucrania para que no firmara un acuerdo de asociación con la UE.
La estatua derribada, de 3,5 metros de altura y realizada en cuarcita, se erigió en 1946 y actualmente sirve de punto de reunión en la capital para los comunistas ucranianos.
Dos diputados del nacionalista Partido de la Libertad estaban presentes cuando la estatua fue derribada, según la fuente policial.
Más tarde, el líder del opositor partido Svoboda, Oleg Tyagnybok, dijo en tono jocoso sobre el derrumbe de la estatua: “fue un suicidio desagradable”.
Los manifestantes desplegaron banderas de Ucrania y la rojo y negro del ejército insurgente ucraniano (anticomunista) sobre el pedestal vacío, al tiempo que unos 1.500 manifestantes aún presentes coreaban “¡Gracias a Dios!” y “la última”.
La policía, por su parte, inició una investigación sobre “disturbios masivos”tras el derribo del monumento.
Desde temprano, los manifestantes habían levantado barricadas de metro y medio de altura en las cercanías de la sede del gobierno, con la intención de impedir que los ministros acudan a sus oficinas en auto.
La ex primer ministra Yulia Tymoshenko, actualmente encarcelada, pidió a través de una declaración que fue leída por su hija la renuncia inmediata del presidente Yanukovich. “El ya no es el presidente de nuestro país, es un tirano que debe responder por cada gota de sangre que ha sido derramada”, dijo Yevgenia Tymoshenko desde una especie de plataforma, sentada junto a un enorme retrato de su madre.
Tras los discursos de los manifestantes, los servicios de seguridad (SBU) anunciaron una investigación sobre presuntos intentos de los políticos opositores para tomar el poder.
La policía indicó que en total unas 100.000 personas salieron a protestar en las calles de Kiev, mientras que los periodistas presentes reportaban cifras mucho mayores.
Tanto el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se habrían comunicado telefónicamente con el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, para manifestarle su preocupación por lo que ocurre en el país y pedirle que sostuviera un diálogo pacífico con la oposición.