Esta mañana, en conferencia de prensa en el céntrico local Cuba Ocho, organizadores de un juego de béisbol que pretende acercar las dos orillas dijeron que seguirán buscando terreno para el partido amistoso entre los cubanos de varias generaciones, toda vez que la Universidad Internacional de Florida (FIU) suspendió el juego en un campo suyo, previsto para los días 10 y 11 de agosto.
La noticia de la suspensión alertó a medios sobre asuntos cubanos en el sur de la Florida. Era, en materia deportiva, un intento más por acercar ambas partes de un conflicto sostenido por medio siglo, en el que están involucradas al menos cuatro generaciones. Se ha hecho algo similar con espectáculos artísticos, pero en deporte, y concretamente en béisbol, era novedad, al tratarse de peloteros retirados de la isla que se enfrentarían a sus coterráneos con nóminas en Grandes Ligas.
El director de la empresa patrocinadora nombrada Somos Cuba, Alejandro Cantón, dijo a la prensa miamense que es una pena que FIU haya roto el contrato, al tratarse de viejos jugadores, retirados, que ya tenían incluso el visado en mano.
El argumento de por qué suspendieron no quedó claro en la conferencia de prensa. Cantón se refirió a una orden dada por el presidente del departamento atlético de FIU, pero todo parece indicar que el alto centro de estudios recibió quejas por parte del ala más radical del exilio. No es la primera que ocurre algo similar en el extenso camino por el reencuentro de la nación.
Claro está, “el primer juego por el 50 aniversario de Industriales debió haberse realizado en La Habana y el segundo aquí”, dijo a este diario el periodista deportivo Jorge Morejón, del sitio on line ESPN.
El propio organizador comentó ante la prensa que, previamente, se hicieron gestiones en Cuba para que realizar un encuentro en el estadio Latinoamericano de la capital cubana, pero ninguna llegó a buen puerto.
No obstante, manifestó Cantón, Somos Cuba continuará buscando un lugar, un terreno, donde realizar el tope amistoso, ya sea en Homstead o en algún lugar cercano a Miami.
Cantón dijo que FIU derogó el contrato apoyándose en una cláusula de cancelación bajo condiciones especiales y que Somos Cuba no recurrirá de momento, que lo está estudiando.
Las entradas vendidas serán abonadas íntegramente, o de lo contrario pueden guardarse hasta que se consiga otro terreno, confirmó el organizador.
Cantón calificó su programa como “la mayor prueba de tolerancia en 50 años entre las dos orillas”.
El promedio de edad de los jugadores en lista es de unos 50 años. Vendrían Pedro Chávez, Javier Méndez, Padilla, Capiró, Rey Vicente Anglada, Tabares, Lázaro Valle, entre otros veteranos de Industriales, el equipo más fuerte de todos los tiempos del béisbol cubano.
Aquí se enfrentarían a un pitcher como el Duke Hernández, que ha firmado contratos millonarios en las Grandes Ligas americanas y que, en su día, desertó de Cuba, según los términos de la dictadura de la isla.
Empresas como Somos Cuba, que en principio solo persiguen un objetivo comercial, hay varias afincadas en Miami. Otra muy connotada es la que dirige el cubanoamericano Hugo Cancio, Fuego Entertainment, que también aparentemente se aprovecha de la nostalgia y trae artistas de Cuba, muchos de ellos afines al régimen castrista. Pero no es menos cierto que el gobierno de La Habana todavía no acepta determinadas figuras del exilio, como el salsero Willy Chirino y la también sonera Gloria Estefan.