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LA HABANA, Cuba. –El pasado 14 de febrero se celebraron, como de costumbre, las llamadas “bodas colectivas” en la iglesia metodista de Santiago de las Vegas. El evento consistió renovar votos ante el altar de la iglesia. Todos los años reafirman su matrimonio más de 20 parejas, solo en esta iglesia. Sin validez legal, es un simbolismo que para los implicados tiene mucha importancia.
Como medio de transporte para las bodas se alquilan bicitaxis. Las “novias” se pasean por las calles del pueblo antes de llegar a las puertas de la iglesia donde las esperan los “pretendientes”. Solo pueden participar los matrimonios que son miembros de esta iglesia y que deseen renovar sus nupcias.
El precio de los triciclos es de 1 dólar cada uno. El salario de un trabajador cubano es alrededor de los 20 dólares al mes, por lo que el bicitaxi se considera un transporte caro. Uno de sus usos más frecuentes, además de estas bodas, es el de transportar enfermos inválidos hasta el policlínico de la localidad.
En un país donde en los años 60’s, 70’s y 80’s los cristianos eran perseguidos políticamente, el registro civil no contempla los casamientos ante la iglesia. Por esta razón, las parejas tienen que casarse dos veces, en la notaría y después, si así lo desean, ante el sacerdote o pastor.
Uno de los “novios”, que prefirió mantenerse en el anonimato, nos cuenta lo siguiente:
“Llevo guardando dinero casi un año, inventando en la calle, para este día. Solamente en trajes alquilados tuve que pagar 100 dólares, más dos días en un hotel. Es mucho dinero. Yo lo hago por ella pero es doloroso ver el esfuerzo de un año desaparecer en solo tres días, de todas formas le doy gracias a Dios que lo puedo hacer. Casi todas las parejas sale de aquí para sus casas.”
Gerardo Piloto, el actual pastor de la iglesia explicó:
“Hacemos un esfuerzo grande para que esto se lleve a cabo. Adornamos la iglesia y nos preparamos para este día especial. Para nosotros es tan importante el casamiento por la vía secular como por la vía espiritual. Le damos la oportunidad a los matrimonios que no se han casado por la iglesia y a los que quieran renovar sus votos matrimoniales que lo hagan. Escogimos como medio de transporte los bicitaxis porque nos parece bonito que el pueblo vea a las novias vivir en la santidad del matrimonio.”
Este evento demuestra una vez más que la imaginación e inventiva de los cubanos no tiene límites en un país donde el transporte es uno de los problemas más serios que afectan a la población.
