VILLA CLARA, Cuba. -En el Km 3 de la carretera a Camajuaní, radica el reparto “Villa La Granjita”, pero que todos conocen como “ECOA 13”. A principios de los años 2000, allí se construyeron viviendas de “bajo costo” para personas sin hogar, casos de Seguridad Social, entre otros.
Debido al gran descontrol de los materiales durante la edificación de la villa, hoy se evidencian defectos en la construcción de la mayoría de las viviendas.
Se filtran techos y paredes en más de 45 casas. Esto se evidencia cuando llueve o se desbordan los tanques de agua ubicados en las azoteas. A causa de estas filtraciones, el agua pasa por registros eléctricos, con el consiguiente peligro de que alguien pueda electrocutarse por los charcos que se forman en escaleras y pisos.
Las paredes muestran evidencias de deterioro por la humedad y la mala calidad de los trabajos allí realizados. Las instalaciones sanitarias, de varios domicilios, presentan tupiciones y roturas de alta complejidad para su reparación, que la mayoría de los vecinos no pueden sufragar.
“Cualquier día nos caen las casas en las cabezas, nadie hace nada”, se queja Vivian Hernández, de 43 años y residente del lugar.
Pero los problemas que sufren los “villareños” no paran ahí. Por ejemplo, en la calle 8, la Empresa Comunales arrancó el pavimento y construyó un hueco con la intención de limpiar y destupir un registro, pero al terminar dichos trabajos, no taparon el hueco. Va a pasar un año desde que esto sucedió.
A su vez, la cisterna de uso doméstico que utiliza uno de los edificios presenta graves filtraciones. Cuando llueve, las aguas pluviales se mezclan con la potable y ésta se contamina.
En la panadería existente en la villa, los vecinos se quejan en ocasiones de la pudrición existente bajo de ella, provocado por varias viviendas contiguas al inmueble. Estas cuarterías no poseen instalaciones sanitarias y los desechos son arrojados muy cerca de la panadería. “Por ese motivo, fue cerrada una vez por Salud Pública”, afirma Yolanda Suárez, de 24 años.
Dicha situación ha sido denunciada en varias ocasiones por los residentes del lugar, pero no se ha resuelto nada. Esta situación exige responsabilidad del Gobierno local, por la situación crítica en que se encuentra la provincia y el municipio, por las epidemias del cólera y el dengue.
“Esta situación se ha planteado en todas partes y nadie ha venido por acá a darnos una respuesta. Estamos desesperados porque el único suministro de agua que tenemos es desde la cisterna, sin contar que el agua nos llega una vez al mes. Y si además se contamina, imagínese usted”, precisó Sandra Cabello, mujer de 42 años de edad y madre soltera con tres hijos menores.
Ante tantos problemas que sufren los de la “Villa La Granjita”, ningún dirigente facultado se ha personado en la comarca para procurar los reclamos de los vecinos hasta la fecha. Así, crece la incredulidad y la decepción de estos pobladores, cuando leen el mural que está enclavado en la entrada del lugar: “Tenemos y tendremos: Socialismo”.