GUANTÁNAMO, Cuba.- El pasado 5 de junio se inició en Guantánamo la venta liberada de gas licuado de petróleo, una decisión que contribuye a mejorar la calidad de vida de la población a pesar de que el cilindro de gas se vende a un precio de 110 CUP (unos 4,40 CUC), superior en un 1571,42% al de la balita de gas licuado de la cuota, que vale sólo 7 CUP.
Según Maylín Rodríguez Fuentes informó el pasado 2 de junio al periódico Venceremos, órgano oficial del comité provincial del Partido Comunista en Guantánamo, la Empresa Comercializadora de Combustibles (CUPET) se preparó con antelación para garantizar el suministro de gas liberado a la población y tenía todos los recursos para atender a los nuevos 28 000 clientes, que, según el estudio de mercado que habían hecho, serían los beneficiados con la extensión del servicio.
La comunicadora de CUPET también informó a Venceremos que la empresa iba a iniciar esta nueva etapa con la automatización de sus puntos de venta. Y añadió que era “algo sin precedentes en otras provincias y con un sistema que simplifica las colas y el tiempo del trámite pues, en un día, y sin moverse del punto”, los nuevos clientes podían hacer el contrato, legalizar su “balita” y comprar el producto.
Pero las palabras de la funcionaria distaron mucho de la realidad que se vivió en cada uno de los puntos de venta habilitados por CUPET para esos trámites pues hubo personas que tuvieron que dormir allí hasta tres días, confirmando su presencia en la cola, para poder formalizar el contrato.
El plazo concedido para formalizar los nuevos contratos, según la información oficial que CUPET ofreció al pueblo, expiraba el 5 de septiembre, y quienes entregaran un cilindro no legalizado tendrían derecho a recibir uno lleno y otro más una vez formalizado el contrato. Pero ya en agosto la empresa comenzó a entregar una sola balita a las personas que estaban en ese caso, por carecer de suficientes cilindros. Todo parece indicar que la decisión es irreversible y ha perjudicado a quienes confiaron en lo que prometió públicamente CUPET.
Un mes y veintidós días después de la fecha en que presumiblemente debió expirar ese plazo, la lentitud y la desorganización continúan en el punto de venta situado en la calle 7 Oeste entre Prado y Aguilera.
Este corresponsal pasó recientemente por dicho punto de venta con el objetivo de informarse sobre el horario establecido para comprar el gas liberado. Lo primero que advertí fue que ni en la cerca ni en la pared de la instalación obra alguna información al respecto. Los clientes tienen que acudir a los trabajadores para que les informen, con la consiguiente interrupción de su trabajo.
La lentitud, la desorganización y el favoritismo continúan
El viernes 27 llegué al lugar a las 8:00 a.m. Hice el número 12 en la cola pero una hora después no había avanzado.
A pesar de que el día anterior me habían informado que por la mañana se vendía el gas liberado, había allí varios clientes de la cuota normada, quienes fueron advertidos por una trabajadora que no les correspondía comprar en el horario de la mañana sino a partir de las 2:00 p.m.
Ana del Carmen, una señora que sobrepasa los setenta años de edad, protestó. Abordada por CubaNet, dijo: “Llevo tres días viniendo para reponer mi balita. Antier vine y se habían acabado las llenas. Ayer vine pero esto estaba endemoniado y me fui, luego me enteré que también se acabaron las balitas. Hoy me levanté temprano y mira lo que me dicen. ¿Por qué no ponen un cartel donde informen sobre los horarios de venta de cada tipo de cliente? Ahora voy a tener que quedarme hasta las dos de la tarde”.
Ortelio, jubilado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), visiblemente irritado, dijo: “Este punto de venta trabaja muy mal porque muchas personas van directamente al almacén y resuelven sin hacer cola. En otros puntos de venta no se hace esa diferencia entre los clientes de gas liberado y los de la cuota normada, todos hacen la cola y compran en cualquier horario”.
Sylvia, una joven ama de casa también accedió a ofrecerme su opinión: “Ellos mismos se contradicen, pues dijeron que hasta el 5 de septiembre sería el plazo para hacer los nuevos contratos para la venta de gas liberado y todavía los siguen haciendo. ¿Tú crees que es justo que esa señora que llegó ahora mismo sea atendida primero que yo que estoy aquí desde las 6:00 a.m.?”, preguntó mientras señalaba a una mujer que estaba en la oficina. “Por eso es que se forma el malestar pues quienes vienen a hacer el contrato ahora deberían hacer la cola como nosotros, no tener prioridad”.
Luego de tres horas y 15 minutos llegó mi turno. Aproveché la ocasión para preguntarle a una trabajadora sobre la tardanza y la prioridad otorgada a quienes vienen a formalizar ahora el contrato. Me respondió que “la gente protesta por todo. Hoy usted no ha visto nada porque este punto se pone en candela por ser el más sobrecargado de clientes en todo Guantánamo. En cuanto a la información, todos los días antes de comenzar la venta nosotros informamos que la cuota liberada se vende por la mañana y la liberada por la tarde, aun así siguen viniendo clientes de la cuota normada por la mañana. Darle prioridad a quienes vienen a hacer el contrato es una orientación de la empresa”.
Cuando por fin salí con mi balita eran ya las 11:40 a.m. Pensé en las palabras de la trabajadora y que quizás el punto esté sobrecargado de clientes, pero indudablemente, perder tres horas y cuarenta minutos de nuestra vida para un trámite tan sencillo es demasiado.