MIAMI, Estados Unidos.- Las conversaciones sobre la soberanía de un pedazo del Golfo de México han despertado las alarmas por la posibilidad de una tragedia ambiental a lo largo de las costas del sur de EE.UU., reporta el Tampa Bay Times.
A unos cientos de millas de la costa oeste de Florida yace un área de 7 700 millas cuadradas del Golfo de México, conocida como la Eastern Gap, que se piensa que es rica en petróleo pero que aún no cuenta con un dueño.
Los gobiernos de EE.UU., Cuba y México se encuentran negociando la manera de dividir el área entre ellos tres. Una vez que esto suceda, cada país podría perforar en busca de petróleo en su porción asignada.
Pero para Cuba esto también podría abrir la totalidad de su lado del golfo para la exploración de petróleo, incluyendo la región directamente al otro lado de la frontera marítima de la zona de la bahía de Tampa.
Esto preocupa a los funcionarios electos que apoyan la moratoria de perforación actual, que cubre gran parte del lado de EE.UU. al este del Golfo ―incluyendo las 234 millas de la bahía de Tampa― y está destinada a proteger la zona de los derrames.
“Este es un tema de gran preocupación”, dijo el congresista republicano David Jolly.
La también congresista Kathy Castor, demócrata de Tampa, comparte la opinión de Jolly. “Debemos hacer todo lo posible para evitar la extracción riesgosa de petróleo en el Golfo de México”, dijo Castor. “Nunca serán olvidadas las duras lecciones de la catástrofe de Deepwater Horizon, de BP”.
La explosión en abril de 2010 de la plataforma de perforación Deepwater Horizon frente a Luisiana, además de costar once vidas, comenzó el mayor derrame de petróleo en el mar en la historia de Estados Unidos. Millones de barriles de crudo se vertieron en el Golfo de México acabando con buena parte de la vida salvaje, así como su hábitat, a lo largo de la costa del Golfo, desde Florida hasta Texas.
Según la legislación internacional, un país tiene derechos sobre los recursos marítimos dentro de las 200 millas fuera de su costa. Pero el Eastern Gap cae justo fuera de ese límite para los Estados Unidos, Cuba y México.
Hasta que Estados Unidos y Cuba reanudaron las relaciones diplomáticas hace un año, no había base legal para las negociaciones sobre el Eastern Gap. Y dichas negociaciones comenzaron en julio.
Estados Unidos poseería el 70 % de esa zona marítima, y México tendrá posiblemente el 20 %, pero el área de este último no está conectada o se encuentra frente a las aguas de Florida.
Cuba probablemente será propietaria de apenas el 9 % por ciento del Eastern Gap, pero debido a que esa porción está conectada a la costa oeste de Florida, podría afectar en gran medida el área de Tampa Bay, dijo Jorge Pinon, director del Programa de Energía de América Latina y el Caribe en la Universidad de Texas.
“Tienes que mirar más allá de ese nueve por ciento del Eastern Gap“, dijo. “Se abrirá la totalidad del otro lado de la cerca de la zona de la moratoria de EE.UU.”
Se estima que hay entre 5 mil millones y 20 mil millones de barriles de petróleo, además de 8 mil millones de pies cúbicos de gas natural debajo de las aguas cubanas.
Esta fuente de energía podría ser más importante para Cuba que nunca. Venezuela suministra en la actualidad la mayor parte del petróleo que consume la isla caribeña. Pero a medida que se agudiza la crisis en la economía de Venezuela, no se sabe cuánto tiempo más pueda apoyar a Cuba.
El gobierno cubano aún debe arrendar el territorio de perforación cerca de la frontera marítima compartida con la costa oeste de Florida.
Podría ser que el gobierno cubano simplemente no quiere, dijo Piñón, o que las compañías de perforación encuentran demasiado caro extraer a esa profundidad. Sin embargo, la indecisión sobre la propiedad de la brecha del Este probablemente ha jugado un papel.
Las compañías petroleras se apartan de la perforación cerca de zonas con conflictos fronterizos debido a la posibilidad de que un yacimiento se extienda dentro de territorio en disputa, dijo Pinon. Sacar un petróleo que no tiene un dueño claro podría crear hostilidades entre las naciones al reclamar propiedad.
“Estamos hablando de (un costo de) 100 a 150 millones (de dólares) para perforar en aguas profundas”, dijo Pinon. “Nadie va a perforar hasta que las fronteras estén claras. Entonces se abrirá la posibilidad de negocios”.
Pinon predice que, en el mejor de los casos, pasarán cinco años antes de que comience cualquier perforación. Aun así, “es mejor prepararse ahora de reaccionar más tarde”, agregó.
El gobierno cubano está bien versado en el protocolo de seguridad de perforación, dicen los estadounidenses líderes de la industria del petróleo y los funcionarios que han viajado a la isla para tratar este tema.
“Pero cada vez que hagas un agujero en medio del Golfo de México, a 10 000 pies, habrá riesgos ambientales”, dijo Pinon.
Florida aprendió por las malas, con la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, dijeron los congresistas Jolly y Castor.
Castor dice que es por eso que introdujo la Ley de Protección Costera de Florida, que haría permanente la moratoria, y la extendería al estrecho de la Florida así como su costa atlántica.
Jolly ha patrocinado un proyecto de ley similar, la Ley de Preservación de las Comunidades Costeras de la Florida, que extendería la actual moratoria a través de 2027. El congresista dice que ahora es el momento para impulsar nuevos acuerdos con Cuba que aseguren la Florida esté protegida en caso de un derrame en aguas cubanas.
“Creo que hay una oportunidad para proporcionar Cuba con la capacidad de lograr la independencia energética a través de la perforación y la exploración, sin hacerlo en un área que consideramos sensible”, dijo Jolly.