LAS TUNAS, Cuba – Interrogado por AP respecto a lo expresado por el secretario de Estado John Kerry en el discurso de reapertura de la embajada de Estados Unidos en La Habana, el ministro de Exteriores del gobierno del general Raúl Castro, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo este viernes en conferencia de prensa: “Yo me siento muy cómodo con la democracia cubana”.
Antes, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, había dicho: “Estamos convencidos de que el pueblo de Cuba sería mejor servido con una democracia genuina”.
Como según el régimen en las elecciones del “poder popular” el Partido (comunista) no propone candidatos ni los elige, y el ministro Rodríguez Parrilla se refiriera a “cosas perfectibles” de la “democracia cubana”, en lo que llamó procesos relacionados con la actualización de “nuestro modelo económico y social socialista”, para conocer cómo marcha la renovación de la “dictadura del proletariado” y en qué medida resulta cómoda para el ciudadano de a pie, CubaNet indagó no entre la oposición al castrismo, sino entre su partidarios, precisamente, en Puerto Padre, que fuera declarado primer puerto cubano libre del colonialismo español el 21 de mayo de 1898, y sesenta años después, el 25 de diciembre de 1958, primer puerto libre de la dictadura del general Fulgencio Batista.
“Aquí no es que falte liderazgo, es que no hay dirección”, dice de la actual dirigencia político-administrativa en el municipio de Puerto Padre el militante del partido comunista Ramón, desde muy joven dirigente estudiantil, afirmando: “Ni remotamente el secretario del Partido que hoy tenemos puede compararse con Omni Parra, ni tiene comparación este Gobierno con el de Martín Silva: Omni y Martín hicieron el zoológico y ahora están matando los leones de hambre”.
En tanto el Sr. Parra y el Sr. Silva, entre los años 80 y 90, primer secretario del partido comunista en Puerto Padre el uno y a la cabeza del poder popular el otro, fueron removidos de sus cargos pese al apoyo de sus camaradas de a pie, terminando por emigrar a Estados Unidos Parra, “porque me sentí defraudado”, según dijo a una fuente de este reportero, mientras que Silva estuvo ganándose la vida aquí como un humilde campesino, “porque hay que ganarse la vida digna y honestamente”, dijo a este corresponsal, que preguntó a Enrique, ex directivo jubilado y militante comunista, “si personas como ellos se fueron cuando en verdad debían ser elegidos y no escogidos a dedo, ¿quién dirige hoy en Puerto Padre y cómo llegó a su cargo?”
“¿Quién dirige el Partido (comunista) ahora? ¡Roy Molina!… ¿Y quién dirige el Gobierno (poder popular)? ¡Miguel Jorge!… ¿Y quiénes son ellos? Óigame… ni Roy ni Miguel Jorge abrían la boca cuando eran simples integrantes del comité municipal del Partido y de la asamblea del Poder Popular del municipio. ¿Quién no sabe eso…?”, afirma Enrique, que militó junto a los interpelados.
“Si ellos carecen de liderazgo, ¿cómo están en sus cargos?”, pregunto. “¡Ah, usted ve, porque la gente no sabe elegir!”, dice el militante Enrique.
“Y la gente, quiero decir, el pueblo, ¿los eligió a ellos?, no sería que alguien con demasiada autoridad dentro de un grupo encerrado dentro de un salón de reuniones los propuso y en grupo marcaron la boleta…”, digo, mientras el militante Enrique guarda silencio.
En realidad no hay mucho que decir en la mañana de este primer lunes en que el gobierno de Cuba y el de Estados Unidos mantienen relaciones de vecinos y no de enemigos. El militante Enrique tiene en las manos un periódico donde el ministro Bruno Rodríguez Parrilla dice sentirse “cómodo” con la democracia cubana “perfectible”, mientras por Radio Libertad, la emisora local, el periodista Oscar Peña reporta que en la playa hay cerveza embotellada, pero que no está a la venta por falta de hielo; la fábrica de hielo no puede producir por falta de sal, falta transporte para traer sal de la cercana salina. “Lo que falta es vergüenza”, riposta el viejo militante Enrique. “¡Ojalá te escuche Bruno!”, digo.