VILLA CLARA, Cuba – Limosneros y personas con trastornos mentales serán recogidos de las calles de Santa Clara próximamente, e internados en hospitales siquiátricos y hogares de ancianos. Algunos incluso pueden ser multados y hasta encarcelados, según decida un equipo multidisciplinario compuesto por autoridades de Salud Pública, Seguridad Social, la Fiscalía y el propio Gobierno del municipio que evaluará cada caso.
“Con los que deambulan la policía debe hacer el papel profiláctico. Pueden ser multados, llevados a unidades y advertirlos, e incluso ser sancionados por una conducta antisocial, este trabajo debe ser realizado por el jefe de sector del lugar donde el ambulante realiza la actividad”, expresó Yulien Castillo, jefa del departamento de protección al ciudadano en la Fiscalía provincial, durante el programa radial Alta Tensión que trasmiten los sábados por la CMHW.
Leonardo Barreto García, Vicepresidente del Gobierno en Santa Clara, comentó en el mismo espacio de radiodifusión que es responsabilidad de las autoridades públicas actuar sobre estas personas, que están realizando un estudio y reuniendo las características de cada uno para efectuar la recogida, el mismo reconoció que no cuentan con los centros adecuados para albergar todas estas personas.
Manuel es un hombre de cuarenta y tantos años que deambula por la zona de la Terminal de Ómnibus Intermunicipal de esta ciudad. Según narró a este reportero, “soy tornero y trabajé hasta el 2003 en la industria azucarera”. Añadió: “tengo familia sí, pero tuve que abandonarla poco tiempo después que desapareció el central y me di cuenta que en aquel campo pasé a ser un inútil”.
“Me convertí en un borracho, pido dinero para tomar. Esa es mi vida ahora”, acotó.
Raíza Puerto, Directora de Seguridad Social, señaló respecto a la iniciativa gubernamental: “las personas que duermen en terminales y parques no son ambulantes; los que deambulan son personas que se dedican a caminar pero no piden limosna ni molestan”. La funcionaria dice que “se trabaja con el Ministerio del Interior” para erradicar a estas personas del parque Vidal, la Plaza y el tren Blindado –frecuentados por turistas– pues muchos lo toman como negocio y existen tres tendencias: “los pacientes siquiátricos, los limosneros y los simuladores”.
“Esto, más que un beneficio para los que piden limosna, parece una cruzada discriminatoria contra los que no tienen con qué sostenerse y quieren sacarlos de las calles, apartarlos de los ojos del turista”, comentó a este reportero Daily Juria, residente del barrio La Gomera. La mujer trabajó varios años en el Hospital para Enfermos Mentales No.2 de Santa Clara ubicado en carretera Central.
Según la misma fuente, en realidad pedir limosna se ha convertido en un negocio que ayuda en la subsistencia de muchas personas que carecen de ingresos económicos por la falta de empleos existente. “Muchos se ven acorralados y encuentran en el alcohol un aliado que ayuda a disipar las penas”, comentó.
Justo Rodríguez López, director del Departamento de Salud Pública en la provincia, informó a la prensa gubernamental que los mayores de 60 años serán internados en hogares de ancianos, que los alcohólicos se internarán en el hospital siquiátrico para ser desintoxicados, y que cuando terminen de clasificarlos se hará una recogida masiva.
Nilo Gilbert, residente del reparto Virginia, cuenta que esta es la tercera ocasión en que recogen a los limosneros. Cuando los internan, se vuelven a escapar porque en esos centros los tratan mal y pasan hambre. “Lo que pasa en realidad es que en Cuba hasta pedir limosna constituye delito. Esas personas llegaron a ese estado por culpa del mismo gobierno que no los atendió a tiempo”, expresó