LA HABANA, Cuba.- “Cuando aparece el letrero «Viva la Revolución», me alarmé, pero después entendí que era revolución en el arte, en la vida”, dijo uno de los espectadores en el intercambio entre el público y la realizadora, Yali Romagoza, quien respondió al comentario anterior: “Es un poco de provocación, por lo que puede significar también para nosotros”.
La pieza audiovisual Normal is good (I like America and America likes me), que se presentó en el independiente Sometimes Art Space de El Vedado, intenta expresar en media hora el personal acercamiento de Romagoza a, según sus palabras, “las circunstancias actuales de la sociedad estadounidense, inspirada en la pieza de Joseph Beuys I like America and America likes me, que me ha influido profundamente para explorar nociones de aislamiento y alienación social”.
En una poderosa combinación visual de entrevistas y performance, el film está relacionado con el máster de Diseño de Moda que realizó Romagoza en la School of Art Institute of Chicago, y explora temas como el sistema de educación, la variedad étnica y la práctica del arte y la economía en Estados Unidos, incluyendo el performance de tres mujeres —entre ellas la artista—que interactúan con prendas y símbolos de esa sociedad.
Los entrevistados son individuos nacidos allí o que llegaron como inmigrantes, desde muy diversos orígenes raciales o sociales, y allí crecieron. Aunque las opiniones no dejan de ser interesantes, tampoco aportan ninguna novedad, porque ya sabemos que no hay nadie más crítico con su propia sociedad que los norteamericanos mismos —incluso llegando a extremos—, sobre todo en el mundo artístico e intelectual.
De hecho, en el diálogo final, uno de los espectadores comparó las opiniones de los entrevistados con las que suelen aparecer en materiales audiovisuales que se exhiben en programas televisivos como la Mesa Redonda, y preguntó si no existían los norteamericanos que admiraran su sociedad.
“Según mi experiencia”, contestó la realizadora, “la sociedad norteamericana está pensando sobre las circunstancias en que vive, porque hay determinadas frustraciones que llegan a todos los niveles, a todas las clases sociales, y van buscando una respuesta para mejorar su calidad de vida”. Pero estuvo de acuerdo con que en nuestro país “se enfocan demasiado los elementos negativos de Estados Unidos para evitar centrarse en los problemas de Cuba”. “No quería hacer crítica social”, añadió, “sino que trataba de entender las contradicciones a mi alrededor”.
En conversación con Cubanet, la realizadora expresó que su debut ocurrió en 2010, durante la Bienal de La Habana, con un trabajo asociado a la Cátedra de Arte de Conducta —creada por Tania Bruguera— para una exposición en la Galería Habana, su colección Normal is good, una especie de performance de moda. “Después he estado involucrándome en otros medios aparte de la moda, sobre todo por mi experiencia de cinco años en Estados Unidos, porque me gusta mezclar los géneros de manera muy libre”.
Fuera de Cuba, quizás Normal is good pueda tener interés como obra audiovisual, pero, como se hizo evidente en esta presentación, es difícil que pueda tenerlo en este país, donde las personas, sobre todo los jóvenes, están asqueadas de la denigración oficial del “mundo de afuera”, en especial la satanización del vecino norteño, donde habita alrededor de un diez por ciento de los cubanos y a donde otro incalculable por ciento quisiera llegar. Un asiático que aparece en una de las entrevistas, como si fuese la gran revelación, admite que, a pesar de todo, Estados Unidos es un país con mayores libertades y ventajas que muchos otros.
Yali Romagoza confiesa ser “una artista multidisciplinaria que pone a prueba los límites entre arte conceptual y moda”. Se licenció en Historia del Arte en 2006 y sus obras han sido incluidas en la Cuarta Bienal de Gothenburg, la Décima Bienal de La Habana, el Bétonsalon Centre d’Art et de Recherche y la Décima Bienal de Liverpool. Ha colaborado con artistas como Carmelita Tropicana (Post-Plástica) y presentado sus líneas de ropa en espacios como Incub8 (Miami), Links Hall (Chicago) y Whitebox (New York).
Normal is good ha sido presentado en el Gene Siskel Film Center de Chicago y también en New York. Actualmente, Romagoza vive entre esta última ciudad y La Habana.