LA HABANA, Cuba. -Las categorías infantiles del béisbol cubano son rescatadas por los padres de los “peloteritos”, pues, al parecer, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) no tiene recursos para ofrecer los implementos deportivos necesarios.
Las categorías de 7 a 8 años y de 9 a10 años, son impulsadas por los padres de los atletas infantiles, mientras que el INDER no asigna el mínimo de materiales, tales como: Guantes, pelotas especiales, bates, entre otros. No permite esto el desarrollo del béisbol cubano.
Rolando Suárez, entrenador de 45 años, expresó que tiene que ingeniársela para obtener un resultado en las competiciones. “Gracias a los padres podemos entrenar a los niños, porque el INDER solamente en un curso escolar da a cada entrenador uno o dos guantes, un bate y dos pelotas Kenko, que duran cuatro meses. Durante los 6 o 7 meses restantes, tengo que pedir ayuda a los padres para poder entrenar.”
Según algunos instructores, estas categorías tienen reglas especiales, de las cuales una reglamenta para jugar una pelota maciza de goma (conocida por Kenko), un material diferente al de las pelotas en las categorías superiores, que usan un material sintético. Su valor ronda los 300 pesos por unidad.
Suárez también explicó: “Tengo una matrícula de 20 alumnos en la categoría 7-8, y en la categoría 9-10 tengo 19 alumnos. ¡No me alcanza lo que me entrega el INDER!”
Otro entrenador de categorías infantiles que pidió mantenerse en el anonimato, explicó que la falta de recursos también golpea la economía de los padres: “Varios alumnos han dejado el deporte por ser muy costoso”.
Michel García, padre de 37 años, comenta: “Mi hijo tiene su ropa deportiva, guante y un bate gracias a mí pero no todos pueden gastar más de 2 500 pesos para estos gastos”.
Según un metodólogo del capitalino municipio 10 de Octubre, que se encarga de educar al entrenador y de supervisar el entrenamiento con el fin de evaluar si está realizando una buena preparación, y que pidió mantener el anonimato, comentó que todo lo que la Dirección Municipal de Deportes entrega a los entrenadores, es usurpado por los mismos.
“Ellos venden guantes, pelotas y bates a los padres de sus alumnos. Es en el deporte donde la mayoría de los padres tienen dinero, y esta demanda crea la oferta”, señaló.
Este metodólogo continúa explicando que muchos padres se han quejado en la Dirección Municipal de Deportes en 10 de Octubre, sobre las condiciones para que los niños practiquen el béisbol, un deporte supuestamente priorizado en Cuba.
Hasta el momento, las condiciones no parecen variar. Entrenadores como Racel Pérez, de 28 años, piensan en otra variante: “Me tendré que dedicar a impartir otro deporte”, lamenta.