LA HABANA, Cuba.- La condición social y laboral del sector más vulnerable de las personas con necesidades especiales en Cuba es dramática y vergonzosa, sobre todo por la falta de apoyo gubernamental a proyectos de rehabilitación creados por los propios discapacitados.
A Ramón Estrada Quintana todos le llaman Ramoncito. Se trata de un joven de 33 años que padece miopía avanzada, pérdida total de visión y estrabismo del ojo izquierdo, malformación en las extremidades inferiores y artrosis generalizada, pero que es fundador y presidente de la AFNJT (Asociación Familiar Nacional de Judo-Tai), especialista en Cultura Física y rehabilitador integral.
El Maestro Estrada Quintana (quinto dan de Judo-Tai Jiu-Jitsu y tercero de Jukoshoto Ryu), quien además es autor del primer libro de defensa personal para ciegos y de un manual de rehabilitación, nos habla de sueños, metas, logros y frustraciones; pero sobre todo de convicciones, fortalezas y desempeños al servicio del mejoramiento humano.
Nos explica Ramoncito que “la creciente demanda de la rehabilitación por parte de personas con déficit visual no puede ser atendida por la red institucional existente en el país en los niveles segundo (Hospitales) y tercero (centros altamente especializados), ya que estos son de baja cobertura asistencial, elevada complejidad tecnológica y alto costo, dando respuesta sólo a un 20 o 25% de las necesidades, lo que demuestra que el 75-80% de la rehabilitación debe desarrollarse en el contexto de la comunidad”.
Como consecuencia de la incapacidad estatal para asimilar la rehabilitación de una población cada vez mayor de discapacitados visuales, el maestro Estrada creó el proyecto “Un camino a la luz”, donde además de la rehabilitación básica funcional implementó el programa de técnicas adaptadas de defensa personal para ciegos.
El programa, que ya cumplió once años, “abarca de forma general los elementos de capacitación y rehabilitación para ciegos aplicados internacionalmente (orientación y motividad, terapia ocupacional, actividades de la vida diaria y método de lectoescritura Braille), y sustituye la educación física convencional (que por otra parte es aburrida) por mi método de defensa personal para ciegos Judo-Tai”.
Continúa Estrada Quintana, exponiendo que “las actividades que realizan los participantes se adaptan y ejecutan de acuerdo a las necesidades y posibilidades individuales, y los conocimientos y habilidades se consolidan atendiendo las exigencias de la vida moderna y los escenarios reales”.
“La peor discapacidad y ceguera contra la que tenemos que luchar, en nuestro día a día, es con la de los dirigentes del gobierno; su enfermizo burocratismo y su total falta de humanidad. No sólo nos niegan apoyo, recursos y medios, sino que además boicotean el apoyo que nos ofrecen organizaciones internacionales como la UNESCO”, agrega Ramoncito.
Asegura el maestro Estrada que entre febrero y marzo de 2016 “conversé con Brian Wals, representante de la UNESCO en Cuba, quien se interesó por mi programa y se mostró dispuesto a darnos apoyo. Pasados algunos meses de no recibir noticias del señor Wals, y tras haber escuchado que el Departamento de Recreación del INDER (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación), había boicoteado la ayuda ofrecida por la UNESCO, fui a ver al jefe de ese Departamento, el seños Erik Gutiérrez Rodríguez, entre septiembre y octubre de 2016”.
“Erik me dijo que le había sugerido al señor Wals que no se involucrara con mi proyecto porque podía ‘buscarse problemas’, ya que la AFNJT era una organización ‘fantasma’, porque ‘no tiene reconocimiento jurídico’”, cuenta el maestro. “La única posibilidad de ayuda que habíamos conseguido en once años, se desvaneció. Durante todos estos años de duro trabajo el proyecto se ha sostenido con el dinero que gano vendiendo huevitos de codorniz”.
Conversamos también con Jorge Enrique Barrios Quintana, de 26 años, hermano de Ramoncito y vicepresidente de la AFNJT (a cargo de la rehabilitación para limitados físico-motores en silla de ruedas), quien, a consecuencia de padecer raquitismo, sufre de una invalidez de los miembros inferiores, causada por atrofia muscular.
El joven Barrios Quintana, ganador del primer premio en el IV Tai-Kai Internacional de Jiu-Jitsu Japonés Tradicional, celebrado en el 2009, comenta que “parece que para algunos funcionarios del INDER no es suficiente las limitaciones que nos impone nuestra condición médica, y por eso les parece bien hacernos la vida más difícil”.
“En once años hemos capacitado a 16 instructores, pero apenas alcanzamos la cifra de 130 rehabilitados, cuando nuestro programa tiene la eficacia de lograr la capacitación de 160 rehabilitadores y rehabilitar a 300 discapacitados cada mes, en la primera etapa, lo que daría respuesta al 80% de la rehabilitación comunitaria en Cuba”, explica.
“Pareciera que estamos cometiendo algún delito, cuando todo lo que hacemos es abrir caminos y construir puentes con los que podrían beneficiarse miles de ciegos, débiles visuales y limitados físico-motores. Solamente la ANCI (Asociación Nacional de Ciegos) tiene 31 mil asociados, aproximadamente”, interviene Ramoncito.
El maestro Estrada espera sensibilizar a la comunidad internacional y a organizaciones humanitarias para que apoyen su programa de rehabilitación y lo ayuden a transformar la esperanza en posibilidades reales. “La fe que me sostiene es mi amor a la causa que defiendo; porque, con ayuda o sin ayuda, servir a los demás es lo único que le da sentido a mi vida”.
“Cada año 10 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad, es decir, 25 000 cada día, y se pronostica que para el 2025 habrá en el mundo 800 millones de discapacitados. Espero que con esta cifra no aumente el número de políticos y burócratas indolentes que van por el mundo cegados por la soberbia y el desamor”, concluye el maestro Estrada.