LA HABANA, Cuba.- La conectividad, un tema crucial para el desarrollo del país y que suscita múltiples opiniones entre los cubanos, fue analizado por la Comisión de Atención a los Servicios del Parlamento, en vísperas de la celebración de la reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuada recientemente.
Según trascendió de los debates de la citada comisión, se pudo conocer que al finalizar el primer semestre del año estaban en funcionamiento 125 zonas Wi-Fi. Se prevé que para el próximo año haya 80 más.
También se anunció que aumentará el número de salas de navegación: al finalizar el año debe haber 655, administradas por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), los Joven Club de computación, hoteles y aeropuertos.
El viceministro de Comunicaciones, Wilfredo González Vidal, dijo a los diputados miembros de la comisión que en el semestre se experimentó un crecimiento en la cantidad de cuentas Nauta, que alcanzan los 10 millones en su modalidad temporal, y 1 200 000 de manera permanente.
El Ministerio de la Comunicaciones ha creado páginas de contenido propio (Redcuba, Ofertas, Andariego, Estanquillo y Cubaeduca) al servicio de empresas y organismos del Estado, de la sociedad civil oficialista y los pocos que hoy tienen servicios de Internet en sus hogares.
El avance logrado en cuanto a conectividad durante el gobierno de Raúl Castro ha sido extremadamente limitado.
En una población de 11 239 004 habitantes —según el informe Panorama Económico y Social 2015 emitido por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI)— hay tres millones de abonados a la telefonía móvil y 1 271 359 líneas telefónicas digitales fijas; de ellas, 967 973 están conectadas al sector residencial. Y numerosas son las quejas de la población por los deficientes servicios que brinda el monopolio estatal ETECSA.
El gobierno alega que todavía no dispone de condiciones para prestar servicio de Internet a la población en sus hogares.
El viceministro de Comunicaciones dijo a los diputados que la prioridad para acceder a Internet será para las salas de navegación (donde una hora de conexión cuesta dos dólares), las zonas Wi-Fi, los centros científicos, las universidades, los ministerios, las Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial (OSDE) y grupos empresariales. Por el momento, nada de brindar servicios de Internet a los usuarios de ETECSA que los soliciten.
El gobierno cubano, públicamente, no niega el derecho a la conexión a Internet, pero dice que en estos momentos no es posible porque primero hay que crear las condiciones a lo que ellos llaman “la última milla”, y por la obsolescencia tecnológica de las 616 centrales telefónicas digitales, se requeriría de una alta cifra de dinero para su reconversión.
Al mismo tiempo, se reconoce la presencia de tecnología ADSL que permite llegar con un par de cobres —cuando en otros países se utiliza la fibra óptica— y una velocidad no muy rápida.
El gobierno dice que se aspira a que los servicios de Internet lleguen a la mayoría de los hogares, y para ello hace pruebas en algunos municipios seleccionados de La Habana, de las que apenas se ha brindado información.
La prensa oficial ha guardado total silencio sobre el voto de la representante del gobierno cubano en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, en Ginebra, Suiza, en contra de la resolución que afirma que los derechos humanos deben ser protegidos en el ámbito digital, y promovidos en la misma medida y con el mismo compromiso que los derechos humanos en el mundo físico.
A pesar de su expresada voluntad de democratizar la conectividad informativa, el gobierno cubano se sumó al grupo de países violadores de la democracia y del libre ejercicio de la información y la libertad de expresión que votaron en contra de la resolución: China, Rusia, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Burundi, Kenia, Sudáfrica, República del Congo, Indonesia, India y Bangladesh.
La resolución plantea que “los derechos de las personas también deben estar protegidos en Internet, en particular, la libertad de expresión, que es aplicable sin consideración de fronteras y por cualquier procedimiento que se elija, de conformidad con el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos” y exhortó a los Estados miembros de la ONU a que promuevan y faciliten el acceso a internet, y el desarrollo de los medios de comunicación y los servicios de información y comunicación para todos sus ciudadanos.
Pese a lo dicho por el viceministro de Comunicaciones a los diputados de la Asamblea Nacional, en el Consejo de Derechos Humanos el gobierno cubano dejó bien claro que está en contra de reconocer la naturaleza mundial y abierta de Internet como fuerza impulsora del progreso y el desarrollo.
Ese voto en contra demuestra que el gobierno cubano sigue sin sentirse comprometido con la promoción, protección y disfrute de los derechos humanos, entre ellos el derecho a la libertad de expresión en Internet.
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