LA HABANA, Cuba.- Angélica Morales se alarma cada vez que visita una Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD). Pocas veces recibe el comprobante de su compra.
Muchos creen que la ausencia del recibo en las TRD –de los pocos establecimientos estatales donde se supone que entreguen un vale– favorece la alteración de precios en los productos. El cliente nunca sabe cuál es su costo real.
“Están robando descaradamente y si te quejas sigue el problema. Con el comprobante podrías ver el precio de los productos sin alteraciones”, señaló Morales.
Según Alejandro Rey, un joven de 10 de octubre, la ropa de bebé que estaba comprando en la TRD de Párraga tenía una diferencia de 80 centavos en pesos convertibles (CUC) respecto a otra tienda de la misma cadena.
“Fui a la TRD Yurumí y compre un pulóver en 3.40 CUC de la misma marca comprada en la TRD de Párraga (ubicado en Arroyo Naranjo), que fueron 4.20 CUC. Me estafaron. Como no dan comprobante uno no puede verificar el precio”, recalcó Rey.
Las quejas llegan al periódico Granma, Órgano Oficial del Consejo de Estado. Bajo el título de “Tres tiendas y tres precios de un mismo producto”, en los primeros días de enero llegó a la publicación oficialista la queja formulada por Marian Aldama Fernández, residente de Arroyo Naranjo, quien señalaba la variación del precio de un producto.
Natalia –no quiso dar su apellido–, una mujer que en el pasado fue cajera de una TRD, explica que todo lo que sucede en las cajas de una tienda o centro comercial se registra en la caja central.
“No hay errores, la caja central te dice lo que has vendido y el precio del producto”, dijo la ex cajera y añadió: “Los precios no varían, en cualquier rincón del país el producto en cuestión tiene el mismo precio”. Continúa con que “las cajas nunca se quedan sin el papel (de imprimir los recibos). Es un truco más para poder ganarse unos centavos”.
El salario de una cajera en la cadena de TRD es de unos 350 pesos cubanos más 15 CUC de estímulo, “esa divisa te la ganas si no faltas ni llegas tarde”, explicó Natalia.
Según el artículo 217.1 del Código Penal cubano, se sanciona con privación de libertad de uno a tres años o se aplica multa de trescientas a mil cuotas a los que incurran en el delito de infracción de las normas de protección a los consumidores.
Hay quien se siente más seguro visitando tiendas como el Centro Comercial Carlos III, de Centro Habana, o el Mercado de 3ra y 70, en Miramar.
Cada 15 días, Yaquelín va al mercado de 3ra y 70 en busca de pollo y dice: “hasta ahora no he tenido ningún contratiempo con el comprobante de venta. Ahí si no tienes el comprobante a la hora de salir el agente de seguridad te retiene pensando que no has pagado el producto.
El Centro Comercial Carlos III funciona con menos vigilancia, señaló Roberto Peraza, un residente de la zona de la tienda. “En Carlos III el control está en los departamentos, ya fuera de estos sales como mismo entras. Por ser muy céntrico es difícil que una cajera te venda sin un comprobante de venta”, puntualizó.
La trampa, al parecer, está en las compras grandes.
Así lo aseguró Caridad González, residente en Miami que estuvo por estos días en Cuba. Cuenta del robo que le hicieron en 3ra y 70.
“Hice una compra de unos 215 CUC. No me asombré (por la factura) porque en Cuba no se compra barato pero después de unas horas de estar en casa de mi hermana miré el comprobante y la sorpresa fue que tenía 15 pomos de aceite y 12 paquetes de galletas de más. Unos 50 CUC fue el regalo que hice”, dijo González.
@andysierra
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