LA HABANA, Cuba.- Este domingo 5 de junio el mundo celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, y en Cuba se llevan a cabo diversas acciones en función de apoyar el discurso oficialista que, por estos días, gira en torno al cuidado de la naturaleza.
La recogida de sólidos en las costas de la bahía habanera y la realización de encuentros teóricos en varias zonas del país, son algunas de las actividades realizadas por organismos de las distintas administraciones provinciales y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Granma, una de las provincias que en los últimos años ha presentado mayor deterioro epidemiológico, y que –supuestamente– ha invertido más tiempo y recursos por eliminar cualquier riesgo para la salud de sus habitantes, es la sede del acto central, informan medios oficiales de la isla.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, “los seres vivos, objetos, agua, suelo, aire, la cultura y las relaciones entre ellos”, son los elementos que conforman el medio ambiente.
En Cuba, como en otros países, muchos son los problemas que, en un sentido ambiental y sin solución visible, enfrenta el gobierno. Si bien para diciembre del 2014, última fecha de actualización, la isla había alcanzado un 29,8% de boscosidad –un 0,85% superior al 2013–, la carga contaminante orgánica había aumentado en un 2,3%, lo que pone en riesgo la conservación de las 103 áreas protegidas del país.
Por otro lado, la Estrategia Nacional de Educación Ambiental que realiza el CITMA señala como insuficiente la “incorporación de la dimensión ambiental en el sistema de capacitación de la mayoría de los Organismos de la Administración Central del Estado y en los diferentes niveles de Gobierno”, “la disponibilidad de recursos financieros para el desarrollo de la actividad de educación y comunicación ambiental”, y “el enfoque interdisciplinario de la educación ambiental en los programas y planes de estudio del sistema nacional de educación y la formación inicial y continua de profesionales, principalmente para la preparación de los docentes”, señala el documento.
“Aquí todos tenemos culpa”, señala Diana Rodríguez, una joven estudiante universitaria que dirige un pequeño proyecto comunitario ambientalista con niños de Arroyo Naranjo. “Las personas no cuidamos nuestro entorno, tiramos los desechos en cualquier lado y jamás se piensa en las consecuencias de nuestras acciones. Y el gobierno, que dice velar por el medio ambiente, hace todo lo contrario; ni hace leyes que vigilen por el bienestar de nuestro entorno ni vela por el cumplimiento de las pocas que existen”, comentó.
Según el Código Penal de Cuba, en la sección de “Delitos contra la Seguridad Colectiva, capítulo V, artículo 194.1, se sanciona con privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas, al que arroje en aguas potables objetos o sustancias nocivas para la salud; omita cumplir las disposiciones legales tendentes a evitar la contaminación de la atmósfera con gases, sustancias o cualquier otra materia dañina para la salud provenientes de industrias u otras instalaciones o fuentes”.
Sin embargo, a decir de Rodríguez, esta “es de las leyes menos aplicadas en Cuba, y tiene lógica. Sería gobierno versus gobierno, ¿o de quién es la culpa de que la Ñico López emita tantos contaminantes?”
Según datos ofrecidos por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, ONEI, en el 2015 el gobierno de la mayor de las Antillas destinó menos capital para la protección del aire y el clima, unos 36,5 millones de pesos,18 millones menos que en el 2014. Igual tendencia para otros sectores como el trabajo de residuos con una disminución de 7,5 millones en su presupuesto, y 21 millones menos para lo relacionado a la protección y rehabilitación de los suelos, entre otros.
“Este Día Mundial del Medio Ambiente brinda una oportunidad para aprender de países y entidades que si luchan por un entorno sano para todos”, concluyó Diana.