LA HABANA, Cuba.- Aunque el ambiente sigue siendo de escepticismo, la mayoría de los propietarios de taxis comienzan a ver con buenos ojos el paquete de medidas anunciado por el Ministerio del Transporte (MITRANS) para reordenar el funcionamiento del transporte privado en la capital.
Las medidas previstas incidirán en el desarrollo económico de los más de 7 mil dueños de vehículos que en La Habana poseen licencia para ejercer como porteadores privados, los cuales, de acuerdo a datos oficiales, trasladan unas 160 mil personas diarias en la ciudad.
Según se pudo conocer en la Dirección Provincial de Transporte (DPT) de La Habana, las autoridades aplazarán hasta enero próximo la entrada en vigor de las nuevas medidas, con el objetivo de culminar la evaluación de otro grupo de regulaciones que se aplicarán a figuras del trabajo por cuenta propia vinculadas al transporte, como son los “buquenques” (gestores de viajes) y los negocios de fregado y engrasado de autos.
Sin embargo, faltando dos meses para su puesta en vigor, los detalles finales sobre las nuevas normativas para el servicio de taxis privados ya se encuentran al alcance de los llamados “boteros”, en la DPT, y solo tendrían leves cambios con respecto a los que fueron anunciados por las autoridades del ramo a principios de agosto pasado.
Abraham Pérez Zaldívar, miembro del departamento de Planeamiento de la DPT, dio a conocer que la relación entre el costo de los combustibles y los precios de los pasajes es uno de los puntos que favorecerán a los transportistas.
De acuerdo con Pérez, el MITRANS acuñará dos nuevos tipos de tarjeta de combustibles para entregar al sector privado. Cada versión, una para operadores con autos de petróleo y otra para los que trabajan en vehículos de gasolina, recibirá 350 litros mensuales.
“El petróleo va a costar dos pesos el litro, mientras que el (litro) de gasolina va a valer diez pesos. Para intentar afiliar a la mayor cantidad de boteros y de esa forma lograr un mejor ordenamiento del transporte en la ciudad, se decidió no tocar los precios de los pasajes manteniendo las tarifas por tramos establecidas”, dijo Pérez. “Esto último pudiera estar sujeto a cambios, dependiendo del éxito que tenga el experimento”.
En más pormenores, ofrecidos por el Departamento de Atención a la Población de la DPT, la comercialización de autopartes se ejecutará mediante una declaración anual donde los transportistas van a indicar las piezas que necesitarían sus autos, las cuales se venderán con descuentos de entre el 20 y el 30 por ciento (aún sin especificar los casos) en correspondencia con la disponibilidad existente en el país.
“Estamos adaptados a que todo lo que inventa el Gobierno es para limitar, pero esta vez parece que vamos a beneficiarnos. Habrá que esperar”, comentó Luis Ángel Paredes, taxista privado que cubre la ruta entre Santiago de las Vegas y el Parque de La Fraternidad.
Según Paredes, una de las ventajas que tendrán las nuevas regulaciones es la reorganización de las rutas, medida que destacó de muy importante dado que tiene como objetivo controlar la circulación de taxis “piratas”.
“Hay mucha gente trabajando sin licencia, te roban el pasaje y no puedes reclamarles. Con los cambios que vienen esto puede mejorar, pero habrá que ver si mandan a la calle la suficiente cantidad de inspectores o si éstos no se dejan sobornar”, expuso.
Justamente la asignación de rutas fijas a los taxistas, que serán otorgadas en correspondencia con el municipio de residencia, va resultando el punto que más insatisfacciones levanta entre los transportistas, pues quienes no se afilien a la propuesta gubernamental, no podrán continuar operando en las rutas o líneas existentes.
Amén del apoyo general a las regulaciones, una gran masa de porteadores estima que lo referente al control de rutas viola la libertad operativa dispuesta en las licencias otorgadas.
De acuerdo con Armando González Milián, taxista que utiliza varios recorridos para trabajar, muchos de quienes decidan no integrarse a la iniciativa entregarán la patente para seguir funcionando desde el clandestinaje.
“El Gobierno nunca ha hecho nada para beneficiar a los cuentapropistas. Si no podemos circular libremente solo quedaría trabajar en las afueras de la ciudad, en recorridos sin mucho pasaje y no sería rentable por todo lo que tenemos que pagar en impuestos. Creo que muchos van a devolver la licencia para ‘botear’ por la izquierda”, concluyó González.