LA HABANA, Cuba.- Mientras el béisbol cubano sigue hundiéndose en una crisis que no se sabe hasta dónde irá a parar, el gobierno sigue dictaminando, la Federación Cubana de Beisbol (FCB) continúa obedeciendo, y los medios de difusión callan, o manipulan medias verdades en torno a la realidad de este deporte en la isla.
Hace unos días el popular programa “Panorama deportivo” que en las tardes difunde la emisora Radio Rebelde, mientras clasificaba de “pavorosas” las casi cinco carrera por cada nueve entradas de actuación que permiten los lanzadores y el pírrico average de .967 de los jugadores a la defensa en la actual serie, pasaba por alto los motivos del desprestigio en el beisbol cubano.
Resulta muy difícil creer que tanto la prensa como la dirigencia del deporte en la isla no hayan realizado un análisis de mayor profundidad, cuando en realidad hay muchas razones (algunas aún sin ser conocidas), para argumentar la desastrosa actuación del pitcheo y la defensa entre los ocho equipos que discuten esta segunda etapa de la devaluada Serie Nacional de la pelota cubana su inclusión en la post temporada.
Abdel Legrá Pacheco, quien trabajó durante dieciocho años como directivo de la industria deportiva cubana, conocedor de todo el proceso de engranaje del INDER y del deporte en general en la isla, ante la pregunta de cuál es la alarma de los medios informativos cubanos sobre la devaluación de la Serie Nacional, manifestó: “Todos sabemos que las razones son obvias y se esconde lo más significativo: por una parte las motivaciones monetarias que tienen los deportistas en otros países, por lo que una enorme cantidad de estrellas se han fugado para jugar en ligas exteriores; y por otra, las pocas luces de las autoridades al mantener la estructura de 16 equipos, mientras la mayoría de los aficionados abogan por otro diseño que pueda llenar los estadios como antes. No hay duda que el plan de los peloteros actuales será, cada vez más, emigrar hacia otras regiones, ya que allí se le reconoce su trabajo”, concluyó.
Antes de comenzar la serie 55, Heriberto Suárez Pereda, comisionado nacional de béisbol, en una entrevista para la oficialista Cubadebate, lamentaba la avalancha de deserciones. “Al final se siente frustración porque esos atletas surgieron de un sistema deportivo de alto rendimiento, formados en el modelo cubano de deporte socialista”, señalaba, pero confiaba en que el éxodo fuera controlable a través de las contrataciones que su organismo gestionaba para los peloteros en otras ligas.
En opinión de Sergio Giralt Estrada, autor de un blog deportivo insertado en el portal de Voces Cubanas, “los cambios para el beisbol cubano marchan bien lento, de tal manera que las contrataciones en el pasado año no pasaron de los tres cubanos que ya estaban en Japón: Alfredo Despaigne, Frederich Cepeda y Héctor Mendoza, y otros tantos en la liga canadiense: Yuniesky Gourriel, Yordan Manduley e Ismel Jiménez, porque Alexei Bell (Santiago de Cuba) se fue”.
Y si bien algunos medios informativos han predicho que en el 2016 pudiera concretarse un mayor acercamiento entre la MLB y la Federación Cubana de Béisbol, comandada por Higinio Vélez, y quizás hasta se firme del primer contrato autorizado por el gobierno cubano para que algún jugador milite en un club de la Gran Carpa, a otros, como el ingeniero villaclareño José A. Pérez –estudioso del béisbol y ferviente colaborador de una peña deportiva–, le resulta increíble que la pelota siga cuesta abajo y el fantasma del viejo discurso oficial no desaparezca.
Según Pérez, las autoridades no han querido escuchar a todos los que por mucho tiempo anunciaron la hecatombe que se vive ahora. “Desde que eliminaron la pelota profesional aquí, convirtieron este deporte en estandarte político; y hasta hace algunos años arrasaba en cualquier evento donde los otros participantes sí eran verdaderos aficionados, y ellos (los peloteros) los profesionales peor pagados del mundo, pero el objetivo era conquistar medallas y demostrar la eficiencia del fidelismo. Ya es hora de admitir que eso se acabó” anotó.
Cuba navega por mares de mucha incertidumbre y la pelota es uno de los reflejo más claros de dicha situación. El año 2015 estuvo plagado de sinsabores para el béisbol cubano: la Selección Nacional que fue a los juegos panamericanos de Toronto repitió el bronce alcanzado cuatro años antes en Guadalajara, en otra actuación decepcionante. A esto se añade el desastre en el Premier 12 celebrado en noviembre en tierras asiáticas, donde se obtuvo un sexto lugar; y en lo interno, La Serie Nacional 55, pasatiempo de los cubanos, sigue perdiendo prestigio, calidad y peloteros, tratando de conseguir contratos por su cuenta en otras ligas del mundo.
Muchos se preguntan que depara este 2016. Por lo pronto el campeón de Cuba, los Tigres de Ciego de Ávila, estarán en La Serie del Caribe de febrero próximo. Será la única presentación de importancia para la isla en este año. Asistirán con solo 12 atletas de su nómina y 16 refuerzos, donde veremos a los hasta hora comprometidos con el régimen Yuliesky Gourriell, Alfredo Despaigne, Vladimir García, y Yoany Yera, pero también a los talentosos José Adolis García, Liván Moinello, Wilber Pérez y otros. ¿Qué pasará en R. Dominicana? Sabemos que en la Serie del Caribe en Puerto Rico, increíblemente ganaron con los Vegueros de Pinar del Rio, pero dos integrantes de aquel equipo ya no están, Dainer Moreira y Vladimir Gutiérrez.
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