LA HABANA, Cuba – Las medidas anunciadas recientemente por el ministro de Educación Superior, Rodolfo Alarcón Ortiz, provocan opiniones encontradas. Para unos representan un declive académico; para otros, la necesidad inminente de cambiar conforme a las nuevas relaciones con los Estados Unidos.
Los principales cambios universitarios son: eliminar un año por carrera, implantar el estudio del inglés, concentrar sedes universitarias dispersas en provincias para ahorrar recursos dislocados, obligación del estudiante de servir como profesor en la enseñanza media para suplir déficit de profesores.
¿Por qué suprimir un año en las carreras universitarias? CubaNet pregunta al profesor Roberto Díaz Vázquez, director del independiente Instituto para la Educación del Libre Pensamiento “José Agustín Caballero”:
“La norma de estudio en la mayoría de universidades del mundo, incluido los Estados Unidos, es tres o cuatro años. No cinco, hasta seis, como en Cuba hace más de un siglo. La economía cubana toca fondo y el gobierno está obligado a adecuarse a las nuevas realidades o perecer. Estratégicamente el gobierno prevé insertar parte de la fuerza laboral calificada en los Estados Unidos, como lo hace por años en distintos países”, dice el especialista.
“Por paradójico que parezca”, continúa el profesor, “quiere tomar posesión en el mercado laboral de los Estados Unidos como nación líder de la economía mundial, inspirados en el restablecimiento de relaciones diplomáticas, pero sin perder control sobre los trabajadores cubanos. Norteamérica, siempre en competencia con Europa y Asia para promover su propio desarrollo está ansiosa de profesionales jóvenes con alta calificación para evitar su estancamiento científico y tecnológico. Cuba puede ser fuente del suministro de trabajadores calificados que necesitan, sin necesidad de emigración definitiva. Por supuesto previo el levantamiento del Embargo y la Ley de Ajuste Cubano. Los cubanos exportados serían trabajadores temporales, sin derecho a asilo”.
Parece apuntar en esa dirección el reciente encuentro [http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2015-09-10/unir-talentos-para-el-desarrollo/], el 10 de septiembre en La Habana, de rectores cubanos de universidades y otros dirigentes del Ministerio de Educación Superior con representantes de Colegios y Universidades Estatales de los Estados Unidos (AASCU) para establecer bases e identificar áreas de interés de colaboración, investigación y concebir programas de maestrías y doctorados que de facto desbroza el camino de futura homologación de títulos y posibilidades de trabajo en una y otra nación. Un primer encuentro fue en 2003, también en La Habana.
El nuevo enfoque en Educación Superior responde también a necesidades de fuerza interna calificada para las inversiones extranjeras que Cuba promueve a través de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
“Desde 1959 cuando Castro toma el poder se graduaron más de un millón de profesionales en universidades y tecnológicos. La mayoría sin empleo, o empleos sin correspondencia al perfil de graduado por causa de la continua descapitalización industrial, agrícola, comercial, pérdida de mercado externo e interno y falta de inversiones extranjeras. O porque desertan por los salarios miserables. Muchos realizan cualquier trabajo aunque no sea de su ocupación y estudios. A partir de la apertura al trabajo por cuenta propia, que prohíbe ejercer en profesiones universitarias, muchos universitarios y graduados del nivel medio, por razón salarial han pasado al trabajo por cuenta propia”, apunta el licenciado Díaz Vázquez, residente en La Habana, también Coordinador Nacional del Centro de Apoyo para la Transición en Cuba (CAT).
La supresión de un año lectivo obliga a nuevo enfoques de asignaturas. Hay estudiantes que plantean que si no existe peligro de confrontación militar con los Estados Unidos no hay razón para mantener las obligatorias clases militares y que si el marxismo no contuvo el derrumbe de la Unión Soviética tampoco debe formar parte del currículo de estudios.
Por otra parte, no es justo imponer al universitario la carga obligatoriamente como profesor de enseñanza media para suplir déficit de profesores. Suficiente rigor implican los estudios universitarios.
“La obligatoriedad del estudio del Inglés es acertado por ser la lengua más universal. Gran cantidad de documentación científica, tecnológica, de las letras, disponible en bibliotecas e internet están en inglés. Facilita revalidar carreras universitarias en otros países”, concluye el licenciado Díaz Vázquez.