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LA HABANA, Cuba.- Suman 50 las salas de cine de la capital que hoy el directorio telefónico de ETECSA recoge en sus páginas amarillas. De ellas, más de la mitad se encuentran cerradas al público por el avanzado deterioro en sus techos, paredes, butacas, pantallas y proyectores.
Con el paso de los años, las salas de cine en Cuba han sido sustituidas por opciones más novedosas y atractivas. El Paquete Semanal, los DVD y hasta la televisión por cable han llegado de forma clandestina a las casas para proveer comodidad y actualidad, mientras que en aquellos espacios como el cine Cuba o el Novedades, en Arroyo Naranjo, la destrucción y el olvido ganan terreno.
Ante la imposibilidad económica que limita a la Dirección Provincial de Cines de La Habana, el Ministerio de Cultura y el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos) de desarrollar las inversiones necesarias para el mantenimiento de las salas cinematográficas, hoy muchos de estos sitios, ya en ruinas, son entregados a proyectos culturales que cuentan con los fondos para rescatar la instalación, aunque sea necesario un cambio en su objetivo social.
“Se pierde un cine, pero se gana un nuevo espacio. Lo malo es que si seguimos perdiendo cines solo van a quedar los de 23”, comentó para Cubanet Juana Quiroga, de 75 años de edad y vecina del antiguo cine La Edad de Oro, en el municipio 10 de octubre, que hoy brinda funciones de títeres para niños.
Los que no corrieron con la misma suerte de Juana fueron los vecinos del antiguo cine Alegría, en La Palma, que hoy muestra una fachada recién pintada pero su interior solo sirve de local de ensayos para gimnastas y malabaristas.
Párraga se queda sin Novedades
Con un avanzado estado de deterioro, el cine Novedades, enclavado en el corazón de Párraga, una barriada capitalina a las afueras de la ciudad capital, desde hace más de 10 años se encuentra cerrado al público.
“Primero dejó de funcionar el proyector, luego se fueron rompiendo las butacas y así poco a poco el cine murió”, asegura Alberto Mas, vecino de la zona.
En un intento por no perder el espacio cultural, se llevaron a cabo varias iniciativas comunitarias, una discoteca, funciones de teatro y de circo. Estas fueron el resultado de las ideas propuestas por los vecinos del lugar, pero ninguna dio resultado y los vecinos perdieron las esperanzas de volver a ver el cine funcionar.
“La discoteca fue una buena idea los primeros días. Enseguida hubo broncas y hasta apuñalados, fue un desastre total. El circo y las funciones de teatro ayudaron bastante pues era algo tranquilo y gustaba mucho, pero las condiciones estructurales no ayudaban y dejaron de venir. Hoy se alquilan películas, pero ese servicio nadie lo utiliza”, comentó Mas, visiblemente molesto.
Al no recibir el mantenimiento establecido por la Dirección Provincial de Cines de La Habana, institución encargada de realizar estas labores, hoy son mayores los fondos necesarios para restablecer las funciones del cine Novedades, que permitía la distracción de esta comunidad apartada y desfavorecida.