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Carlos Ruiz de la Tejera en su propia voz

Portada del libro (foto cortesía de Joao Fariñas)
Portada del libro (foto cortesía de Joao Fariñas)

LA HABANA, Cuba.- Acaba de ser publicado por la editorial Unos & Otros el libro La fuerza de la vocación, que es el fruto de varias entrevistas realizadas por el escritor y periodista Joao Fariñas al actor Carlos Ruiz de la Tejera, quien falleció recientemente en La Habana, a los 82 años.

En las páginas del libro aparecen no solo los recuerdos y anécdotas del humorista cubano, sino algunos de los momentos más importantes de los últimos 50 años del teatro y el cine de la isla, de los cuales fue uno de sus principales protagonistas.

Joao Fariñas, quien trabaja actualmente en Radio Reloj y es autor de los libros El largo y tortuoso camino de Los Beatles y 1960-1980: Dos décadas de música anglosajona, accedió a responder este cuestionario.

¿Cuál es el motivo que te llevó a escribir sobre Carlos Ruiz de la Tejera?

Carlos Ruiz de la Tejera es una figura indispensable en la cultura cubana. Transitó por todas las vertientes del arte, desde el humorismo hasta el ballet clásico. Fue universal y a la vez cubano. Sus anécdotas y recuerdos de las personalidades más importantes de la cultura cubana merecen ser conocidas.

Siempre quise ser el autor de un libro como este, por los lazos casi familiares que nos unen. Amigo de mis padres desde mediados de la década del 60, Carlos Ruiz de la Tejera fue la primera persona a la que mi madre comentó su embarazo. Por su calidad artística, por la admiración que siento por él, pero por sobre todas las cosas, por sus cualidades humanas, no dudé ni un instante en aceptar su proposición, medio en serio, medio en broma, de escribir su biografía. Por eso, me siento satisfecho, honrado y privilegiado de conocer de primera mano todos los aspectos esenciales de tan vasta carrera artística.

¿Cómo discurrieron las entrevistas con el actor?

Disfruté todas y cada una de nuestras sesiones de entrevistas. Fue un placer escucharlo durante horas y horas contando sus anécdotas, impublicables algunas, graciosas todas.

Carlos Ruiz de la Tejera, para contar sobre lo visto y sentido, hilvanaba un inmenso monólogo donde fluía su locuaz verbo repleto de vivencias.

Este libro es necesario porque nos revela, no solo detalles inéditos de este artista merecedor de la Distinción por la Cultura Nacional, sino de todos aquellos que lo acompañaron durante su vida. Pone además, a disposición de las nuevas generaciones, de una manera amena, las batallas vividas detrás de los triunfos y premios otorgados al profesionalismo de esta gloria de la cultura cubana.

Pienso que Carlos se sintió muy cómodo durante las sesiones de trabajo, no en una entrevista formal, sino en una conversación relajada y jovial. Poseía una formación cultural tan vasta, que a menudo, al narrar un hecho, se iba en otra dirección, y es que el humorista entraba y salía a su antojo de cualquier conversación, y lo hacía de manera tan interesante que podríamos escucharle horas enteras. Eso sí, siempre regresaba al punto de partida.

Carlos fue creador de una forma de expresión que lo hizo distinto e irrepetible, cualidades que lo hicieron triunfar tanto en Cuba como en el extranjero, en las más exclusivas salas de conciertos, y en funciones populares de anfiteatros, estadios y plazas públicas. Sus medios expresivos, su efectiva mímica, lograron esa comunicación que identificaban siempre sus presentaciones.

Ruiz de la Tejera fue una persona extraordinaria, que gozará por siempre del cariño de todos los cubanos. Su verbo fuerte y oportuno llegaba a los públicos más diversos que le agradecían su gracia y carisma. Para él, el humor era algo serio, aunque pareciera una paradoja, pues nos hacía no solo reír, sino también reflexionar.

Carlos Ruiz de la Tejera junto al autor del libro (foto cortesía de Joao Fariñas)
Carlos Ruiz de la Tejera junto al autor del libro (foto cortesía de Joao Fariñas)

Terminaste el libro mucho antes de la muerte del actor. ¿A qué se debió la demora en su publicación?

Tuvimos sesiones de entrevistas durante un año. Después tardé alrededor de un año más en darle forma. Tras varias minuciosas revisiones, pude dar por terminado el libro tras cinco años de trabajo. Todo el proceso se hizo con la supervisión del propio Carlos, quien en varias ocasiones ofreció sus sugerencias.

Mi madre, Alma Rosa González, es prácticamente coautora del libro pues sin su ayuda y paciencia no hubiera sido posible la culminación de la obra.

No es que haya decidido publicarlo primero fuera de Cuba, sino que todo sucedió para que así fuera. El proceso editorial en Cuba es bien lento, terminas un libro y hasta dos años después no lo publican. La editorial Unos & Otros se mostró muy interesada en libro y lo publicó lo más rápido posible.

Carlos estuvo enterado de todo y dio su aprobación. Es una lástima que se nos haya ido sin haberlo visto culminado, ese era su sueño. Él siempre me decía que tuviera paciencia que cuando él se muriera es que iban a publicar el libro en Cuba.

¿Hubieras preferido que el libro apareciera primero en Cuba antes que en el exterior?

Hubiera preferido que Carlos lo hubiera visto terminado antes de morir, lo mismo en Cuba que en el extranjero, pero aunque nos apuramos no pudo ser. Cosas de la vida y la muerte.

¿Carlos Ruiz de la Tejera habría quedado satisfecho con tu libro? Y tú, ¿te sientes satisfecho con el libro?

El libro contó con su aprobación al 100 por ciento. Hasta la foto de la cubierta ya yo se la había enseñado en vida. Él lo revisó antes de yo entregarlo a los editores y estaba muy contento.

Estoy súper satisfecho con el trabajo de la editorial Unos&Otros que ha puesto el libro a disposición del público internacional. En Cuba lo asumió la editorial Caminos del Centro Martin Luther King y debe estar disponible para la venidera Feria del Libro.