LA HABANA, Cuba. – En la edición del pasado 30 de mayo, la revista Bohemia anuncia una encuesta para conocer las preferencias y opiniones de sus lectores.
A las preguntas habituales acerca del contenido de las secciones fijas, se añade un espacio para que los lectores expresen cualquier criterio o sugerencia sobre la publicación. Si lleno ese espacio con mis puntos de vista, sé que mi encuesta irá al cesto de la basura. Por eso he decidido exteriorizar mi parecer por otras vías.
Diría que, considerando los ejemplares que he podido leer, extraño la Bohemia que se publicaba antes de 1960, año en que abandonó el país su director, el periodista Miguel Ángel Quevedo. Era un paradigma de periodismo objetivo e independiente, que no acataba los designios de los gobernantes de turno. Solo mencionaré tres hechos que atestiguan lo anterior.
A finales de 1958, el gobernante Fulgencio Batista, con el ánimo de darle legitimidad a su mandato, organizó unas elecciones que fueron consideradas una farsa por buena parte de la opinión pública. Cuando ya estaba lista para salir la edición semanal de Bohemia, llegó a la redacción una llamada telefónica del entonces Ministro de Gobernación, quien notificaba que la revista no podía salir si no publicaba las fotos e informaciones de esos comicios. Miguel Ángel Quevedo, que se encontraba en New York, al enterarse de la amenaza respondió que Bohemia jamás publicaría nada acerca de ese proceso electoral. En los días siguientes, la policía rodeó el edificio de la revista para intimidar a sus trabajadores. Mas, al cabo, tuvieron que desistir y respetar el criterio del Director. Y las fotos solo se publicaron en el primer número de la denominada “Edición de la Libertad”, en enero de 1959.
El segundo hecho fue la amplia cobertura de Bohemia a los fusilamientos llevados a cabo por las huestes de Fidel Castro en enero de 1959. Hace poco, uno de los fiscales nombrados por el Che Guevara en esos procesos sumarios, se lamentó de que la prensa de entonces hubiese publicado lo referido a esas ejecuciones. Claro, a ese señor le hubiera gustado una prensa que ocultara la verdad, y únicamente diera a conocer las noticias que les convenían a los rebeldes. O sea, que de no haber existido entonces un ambiente de libertad de prensa, quizás nunca habríamos conocido el baño de sangre que estremeció a la isla.
Y del tercer hecho podría dar fe el propio Fidel Castro. Él encontró en las páginas de Bohemia la posibilidad de polemizar con el coronel Del Río Chaviano, el mismo que lo capturó y enjuició por los sucesos del Moncada en 1953. Es decir, que la revista abrió sus páginas para que alguien que intentó derrocar al gobierno por la fuerza, le replicara a un alto militar de ese gobierno. Algo similar en la Bohemia de nuestros días pertenecería a la ciencia ficción.
Bueno, no todo son sinsabores para la Bohemia actual. Hace poco— informado en la edición del 18 de abril de la revista— le fue conferida a la publicación la moneda conmemorativa por el 50 aniversario de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Se tuvo en cuenta “el mérito histórico y el desempeño más contemporáneo de la revista”. Seguramente más lo segundo que lo primero, pues el señor Antonio Moltó, presidente de la UPEC, “felicitó” también a Bohemia por llevar a la práctica los acuerdos del IX Congreso de la UPEC.
Y volviendo a la encuesta, sería conveniente que alguien propusiera la creación de una sección para rememorar artículos, crónicas y reportajes publicados a partir de 1908, cuando fue fundada la revista. Así los estudiantes de periodismo y el público en general podrían aquilatar el calibre de aquella revista.