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LA HABANA.- La urgencia de un cambio de Gobierno es el punto general donde convergen las plataformas cubanas de la sociedad civil #Otro18, Cuba Decide, Candidatos por el Cambio y Foro por los Derechos y Libertades. Otra de las razones que une a las tres primeras de las mencionadas es la estrategia de asistir a las urnas para expresar el voto ciudadano.
CubaNet entrevistó a representantes y promotores de los estos proyectos que actúan alrededor de un proceso electoral, aplazado por el Gobierno para el 19 de abril del 2018.
Manuel Cuesta Morúa, líder de la plataforma #Otro18, considera interesantes las elecciones que se desarrollan en la isla.
“Mucha gente dirá que estas no son elecciones en el término ‘occidentales’, de competencia de partidos políticos y pluralidad. No lo son (…) La importancia de este tipo de votación recae en que es siempre una votación plebiscitaria, por eso insistimos en el poder de participación (…) La cifra de 82,94 % es el número más bajo de asistencia a las urnas, y esto es una preocupación para un régimen que siempre ha exigido un apoyo total de la población y los ciudadanos”.
Cuesta Morúa considera que el segundo punto de interés en estas elecciones es el fin de la era carismática, refiriéndose a los hermanos Castro, y el comienzo de la era institucional.
En este sentido, activistas de Foro por los Derechos y las Libertades que exigen el fin de la dinastía de los Castro, convocan mediante la campaña “Mas Castrismo para qué”, al desconocimiento al Gobierno mediante la ausencia en las urnas.
Antonio G. Rodiles, uno de los activistas del Foro, aclara que respeta las estrategias de otras plataformas, pero considera que la participación popular pudiera servir para la elaboración de fraudes por parte del Gobierno.
“Estos argumentos de participación en el proceso, o de consultas o cualquiera de estas variantes simplemente está contribuyendo en alargarle la vida al régimen, en postergar un enfrentamiento que tiene que ocurrir. Los cubanos tenemos que enfrentar al régimen y al final, tenemos que tirar a ese régimen, no hay otra posibilidad, no hay otra salida”.
Para los cubanos, las elecciones son simbólicas. El Gobierno asume la campaña publicitaria de los candidatos involucrados en el proceso, quienes como premisa deben responder a la política oficial. Estos mismos elegidos garantizan en la Asamblea Nacional del Poder Popular que la sucesión de Gobierno sea afín al Partido Comunista de Cuba (único).
Lía Villares, promotora de la campaña Cuba Decide, relató a CubaNet que la puerta de una carnicería estatal de su localidad fue utilizada para exhibir las fotos de los candidatos a la Asamblea Provincial del Poder Popular.
“Cuando pasó alguien y le preguntó quiénes eran, el carnicero respondió: ‘A lo mejor son prófugos de la justicia’. Son personas que no se conocen, los inyectan en todo momento en la televisión”.
Las especulaciones sobre el nuevo Gobierno van desde la sucesión dinástica hasta la imposición de un títere a las órdenes de los Castro.