España se derrumbó ante Brasil, en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro . Brasil gana la tercera Copa Confederaciones de manera consecutiva.
Fred causó el primer estruendo en los 76.000 hinchas brasileños tras empujar un balón en el área chica al minuto de partido. Cuando la defensa española se durmió e Iker Casillas no pudo evitar la caída.
Los conducidos porLuis Felipe Scolari mejoraron la actuación llevada a cabo frente a Uruguay (2-1) en los semifinales y ejercieron una tremenda presión sobre el campo español para adueñarse del partido. Aunque antes del entretiempo aparecieron los sobresaltos.
Después de gritar la salvada del defensor del Chelsea como un gol, los brasileños explotaron de sus asientos por una extraordinaria definición de Neymar tras pase de Óscar. Un 2-0 determinante a poco de irse al descanso.
En el complemento, otra vez Fred madrugó a los españoles. Exquisito remate contra el palo izquierdo de Casillas, 3-0 y a celebrar cuando el reloj marcaba 47 minutos.
El campeón del mundo y bicampeón de Europa sintió el nuevo golpe y salió en busca de un gol inmediato que lo acerque al partido. Y gracias a un fallo polémico del holandés Bjorn Kuipers, que sancionó penal, pudo descontar. Sin embargo, Sergio Ramos lo desvió frente a Julio César.
Sólo quedaba tiempo para una expulsión de Piqué y algunas corridas de Neymar, distinguido como el mejor futbolista de la final, en busca de un cuarto gol. Restaba esperar el pitazo final para que la alegría sea, una vez más, sólo brasileña a un año de la Copa del Mundo.
Por lo menos siete personas, entre ellos un policía, resultaron heridos durante la represión con gases lacrimógenos y balas de goma a una protesta en inmediaciones del estadio Maracaná, antes del comienzo de la final de la Copa de las Confederaciones entre Brasil y España.
Unos 3000 manifestantes se concentraron hacia el Maracaná para protestar contra la represión a otras marchas realizadas por la policía de Rio y la privatización contra el estadio Maracaná.
La radio CBN informó que centenares de personas intentaron con piedras y palos quebrar un bloqueo hacia el estadio, lo que fue reprimido por la tropa de choque de la policía militarizada.
La represión incluyó spray pimienta, gases lacrimógenos y balas de goma. Con un carro blindado usado en las ocupaciones de favelas, la tropa de choque corrió a los manifestantes.
Un grupo lanzó bombas molotov, según dijo la Policía Militarizada.
Todo esto se dio en el marco de los incidentes que estallaron entre manifestantes y la policía la tarde del domingo cerca del estadio Maracaná de Río de Janeiro, pocos minutos antes del inicio del partido para definir al campeón de la Copa Confederaciones entre Brasil y España.
Más temprano, miles de personas habían comenzado a acercarse al estadio para protestar contra la Copa Conferederaciones. Los manifestantes se concentraron en la Plaza Saens Peña, en el barrio de Tijuca, a unos dos kilómetros del estadio, e iniciaron su marcha en medio de los aplausos ciudadanos.
La protesta habia sido contenida por un grueso cordón policial desplegado un kilómetro antes del Maracaná, que además esperaba un público de unas 70.000 personas para el partido. Pero la seguridad se vio desbordada.
No gustó a la FIFA que Dilma Rousseff no acudiera a la final de la Confederaciones, ni entregara la Copa al equipo ganador, pero, las enormes protestas con cientos de heridos, no aconsejaban que se expusiera a ser abucheada al llegar al mítico Maracaná, Desde Brasilea, Rosseff felicitó a la selección ganadora.
“En este día histórico para el fútbol brasileño, envío mis felicitaciones a todos los jugadores y el equipo técnico de nuestra selección por la conquista del tetracampeonato de la Copa Confederaciones”, dijo la presidente ex guerrillera, al tiempo que prometía aumentar el gasto social.
- Agencias