QUERÉTARO, México, mayo, 173.203.82.38 -En sus recientes reflexiones Fidel Castro asegura que el gobierno norteamericano promueve el derrocamiento del gobierno bolivariano.
Sin dudas, a Castro y su casta les preocupa mucho el futuro político de Venezuela y más aun, el futuro de su dictadura si triunfa la oposición o muere Chávez antes de las próximas elecciones.
Por eso el viejo y astuto político, que ha sorteado las tormentas de la historia durante medio siglo de poder absoluto, está preparando el escenario para justificar una posible acción violenta del chavismo y en esta ocasión parece querer o intenta involucrar en una guerra continental a toda la America Latina. No es de extrañar esta intención en el hombre que durante la crisis de los cohetes pedía un ataque nuclear “preventivo” de la extinta URSS a los Estados Unidos. Lo cierto es que a Castro se le acaba el tiempo y su principal enemigo continua existiendo, algo con lo que él no contaba a estas alturas del siglo XXI. No dudo que al anciano dictador, le resultaría muy satisfactorio en el ocaso de su vida, arrastrar a los pueblos americanos a una devastadora guerra contra su irreconciliable enemigo, él no tendría mucho que perder.
Dejando los delirios de Castro a un lado, la afirmación de que, la “oligarquía jamás podrá recuperar el poder en Venezuela”, unida a la amenaza de desatar la violencia en el área, muestra el nivel de compromiso y la penetración del gobierno de La Habana en los asuntos internos del hermano país, pero mas que todo se puede olfatear el miedo a perder la única fuente vital de abastecimiento para del régimen cubano.
Resulta interesante que, en sus palabras no exprese optimismo por el estado de salud de su amigo; al contrario, deja ver que el presidente Chávez pudiese “no lograr superar su enfermedad” y se refiere, con énfasis, a la estrecha unidad que existe entre los posibles sustitutos del presidente.
Conociendo la historia de Fidel Castro, pienso que su mayor preocupación no es la vida Hugo Chávez , la existencia de otros no parece nunca haberle importado mucho, de ser así, hubiese abolido la pena de muerte y fuese hoy un reconocido pacifista. Lo principal para él es garantizar los grandes beneficios en petróleo y dinero que su gobierno recibe, y eso solamente lo mantendría si no triunfa la oposición y logra imponer en Venezuela a un hombre capaz de garantizar los compromisos del actual presidente en caso de que esta fallezca.
Por último quiero desmentir categóricamente a Castro cuando afirma que Chávez no profiere insultos ni bajezas al hablar de sus enemigos. Esta afirmación me hace pensar que Fidel nunca le ha prestado atención a las largas comparecencias públicas de su amigo ó quizás para ambos la violencia y la agresión verbal hacia sus adversarios es práctica tan común que, el maestro ni se da cuenta del uso de ese lenguaje por su alumno mas aventajado.