FRANKFORT, Alemania, septiembre, www.cubanet.org -Muchas veces he envidiado el tesón y la constancia de la izquierda, que no afloja en sus campañas y las lleva a cabo en forma perfecta.
Ahora es Raúl Castro quien ha emprendido una… y está detrás de todo lo que tiene que ver con “la campaña de la cinta amarilla”, creada para pedir la excarcelación de cuatro agentes que cumplen condenas por espionaje en Estados Unidos.
La jornada de ” las cintas amarillas” fue iniciativa de René González, el único de los cinco espías que ha logrado ser liberado por la justicia estadounidense y por lo menos algo aprendió en el odiado “Imperio”. La idea de las cintas fue acogida y puesta en marcha de inmediato por Raúl Castro.
La convocatoria obliga al jefe del hogar a colocarse -él y su familia- cintas amarillas en el cuerpo. Lo mismo en su vivienda y su vehículo (si lo posee).
Incluso el régimen usó la fecha del 8 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, -quien viste de amarillo- para sumar, desvergonzadamente, el día a la campaña.
Usando la tradición de las cintas amarillas el gobierno cubano copia y se burla de una costumbre estadounidense que tuvo su origen en Gran Bretaña y luego fue incorporada por la ex colonia durante la Guerra Civil para recordar a las personas que iban a la guerra.
El gobierno de La Habana no ha parado en gastos. Hay quienes aseguran que los egresos para apoyar la campaña superan los 20 millones de dólares, mayormente en pagos de propaganda y movilización de la gente dentro de Cuba y viajes al exterior.
Y es que no es solo la Isla la que está siendo coloreada de amarillo con cintas en todos los sitios públicos y privados, también se han enviado enormes paquetes de propaganda y se han mandado hacer afiches y carteles a Estados Unidos y Europa.
Asimismo, el régimen castrista ha organizado otras actividades para llamar la atención por los 15 años de encarcelamiento de sus 4 restantes espías.
Desde hace varios meses Mariela Castro ha estado a la cabeza de la campaña hacia Washington, realizando viajes en misiones a diferentes puntos de los Estados Unidos.
La actual campaña, que durará hasta el 6 de octubre, incluye conciertos de gala y funciones en escuelas y sitios de trabajo en Cuba y numerosos actos públicos en Estados Unidos y países de América Latina y Europa.
El descaro de la copia de la Cinta Amarilla ha llegado incluso a la apropiación de la popular canción “Tie a Yellow Ribbon round the Old Oak Treee” (Ata una cinta amarilla alrededor del viejo roble), de la cual Silvio Rodríguez, Amaury Pérez , el pianista Frank Fernández y otros artistas han grabado una versión especial.
Todo es poco y no se escatiman gastos en la locura de la cinta amarilla, dinero que bien podría haberse empleado en contener el cólera y otras enfermedades contagiosas que andan a la libre por toda Cuba.
Pero así son los regímenes totalitarios: gustan del boato y la propaganda, aunque el resto del país siga arrastrando sus múltiples necesidades.