LA HABANA, Cuba, 16 de mayo (Raimundo Perdigón Brito, 173.203.82.38) – Una monumental escultura, imitación del famoso Caballo de Troya, fue instalada el pasado lunes en el parque Padre Reginaldo, en el barrio habanero de El Vedado, aunque muchos temen que la figura de madera es una tentación para los vándalos que pululan la ciudad.
La obra es una creación de los jóvenes artistas plásticos Alberto Matamoros y Claudia Hechavarría, y se titula “Un caballo en La Habana”. En su interior —al cual se accede por una escalera— se exhiben una decena de pinturas creadas por los dos autores, así como otras de amigos suyos.
Los vecinos del barrio comentan sobre la gran cantidad de madera y tornillos de estrías —materiales muy difíciles de obtener en Cuba— que se emplearon en la realización de la escultura. “Con todos esos materiales yo haría tremendos encofrados”, dijo un albañil que miraba asombrado la obra.
Los transeúntes especulan sobre la posibilidad de que, en medio de la escasez reinante, personas necesitadas vandalicen la enorme figura para robar las codiciadas tablas.
Pero Alberto y Claudia dijeron que contemplaron esa posibilidad y que se prevé que el Caballo de Troya cuente con una guardia permanente para evitar los robos.