LA HABANA, Cuba (agencias, 173.203.82.38) – La carne de cerdo, uno de los platos principales de la cocina cubana, está desapareciendo desde diciembre pasado de los mercados estatales a un ritmo acelerado debido a lo que el gobierno ha calificado como problemas de producción y “conciliación” entre el Ministerio de la Agricultura y la Industria Alimentaria.
“El procesamiento de ahumados en la capital prácticamente se ha detenido y las entregas para la venta disminuyen. El cerdo que produce Occidente queda por debajo de lo demandado y el que llega del centro del país también”, publicó la semana pasada la prensa oficial (única permitida en el país). En artículos recientes, esos mismos medios han criticado el alza de los precios y la mala comercialización de la carne de cerdo, cuya disponibilidad en los mercados estatales ha caído en un 70 por ciento después de las grandes ventas durante las fiestas de fin de año.
El diario Granma, portavoz del Partido Comunista de Cuba, ha dijo que los mercados estatales de La Habana se abastecen con una décima parte de los volúmenes con que contaban a fines del 2011, y existen casos en que no venden carne desde el 31 de diciembre.
Cubanos que fueron consultados por la agencia Efe en La Habana confirmaron que la carne de cerdo escasea en los mercados estatales, pero que se puede encontrar en los llamados “agromercados de libre oferta y demanda”, aunque a precios que incluso duplican el máximo establecido por el Gobierno. “La carne sobra, lo que no tiene la gente es dinero para comprarla”, comentó un vendedor en un mercado de la capital.
Granma culpó el viernes pasado al Ministerio de la Agricultura y a la Industria Alimentaria por la crisis. “La Agricultura cumple sus compromisos de entrega a la Alimentaria y esta, a pesar de que distribuye todo el cerdo que le llega, incumple con el comercio a nivel nacional, porque ambos organismos concibieron enero con más de 1.000 toneladas de diferencia”, subrayó Granma.
Según algunos, el déficit en la oferta de carne de cerdo pudiera estar relacionado con el incremento de los negocios privados de venta de comida, incluyendo los restaurantes “paladares”, después de que el gobierno reabriera ese sector a los particulares en septiembre del 2010.
El director del Grupo Empresarial Porcino, Norberto Espinosa, declaró a Granma que los criadores privados “prefieren cada vez más vender a particulares y no al Estado, pues los primeros ofrecen precios más tentadores”. Sin embargo, Granma se preguntó por qué en diciembre pasado el Grupo Empresarial Porcino pudo entregar más de 14.000 toneladas de carne de cerdo a la Industria Alimentaria mientras que en enero solo planificó unas 4.545, para un descenso de casi el 70 por ciento.