VILLA CLARA, Cuba. – Alrededor de una decena de ancianos habrían sido contagiados con el virus del cólera, durante un brote diarreico que se desató en el Hogar de Abuelos #1, en Santa Clara. Así lo aseguró Ramón Arbolaes Abreu, vecino del reparto Virginia que visita el asilo con frecuencia, el día de ayer.
Expresó Ramón que en cuestión de horas el brote diarreico desatado en lugar afectaba más de una treintena de ancianos, de los cuales alrededor de 10 habrían dado positivo como casos coléricos. “En breve llegaron las autoridades de Salud Pública para combatir la epidemia antes que se expandiera. Yo me enteré rápido porque tengo amigos y familiares allí”.
Agregó Arbolaes Abreu que supo que la cisterna del hogar se encuentra contaminada, además las condiciones higiénico-sanitarias no son las adecuadas. “La cocina no se limpia correctamente, abundan las moscas, roedores, cucarachas y mosquitos, a pesar que fumigan con relativa frecuencia”.
Por lo pronto, el mencionado hogar de ancianos se encuentra en cuarentena, la verja permanece con un candado y los trabajadores de allí no pueden entrar ni salir del inmueble. Además, el personal de salud que atiende a los enfermos viste batas verdes, según informó vía telefónica un anciano del lugar.
Se especula que un anciano fallecido en la institución durante estos días, estaba contagiado por el virus del cólera.
Según comentó a este reportero un funcionario de Salud Pública protegido bajo anonimato, existe un alza en los casos diarreicos en Santa Clara, donde el número de pacientes que han necesitado ingreso hospitalario supera los 300 y más de 600 han necesitado atención a domicilio. Se pronostica que, con la llegada de las lluvias, la situación epidemiológica de la provincia empeorará.
Ana Alfonso, convaleciente del proceso diarreico, comentó a CubaNet: “Estuve más de 12 horas internada, no sé la cantidad de sueros que me suministraron porque llegué deshidratada, inconsciente y desperté rodeada de médicos. Gracias a Dios mi examen dio negativo a la cepa del cólera”.
El asilo de San Miguel mandado a construir por Marta Abreu de Estévez, benefactora de esta ciudad, en la segunda mitad del siglo XIX, para recoger a los ancianos desamparados, en la actualidad se ha visto envuelto en varios rumores de robo y desvío de recursos.
(Guillermo del Sol)