LA HABANA, Cuba, 22 de agosto (Juan Carlos González Leiva, 173.203.82.38) – Las autoridades cubanas piden una condena de tres años de privación de libertad para el prisionero político invidente Alexander Roberto Fernández Rico, quien quedó en una silla de ruedas tras una prolongada huelga de hambre en la prisión Combinado del Este, en La Habana.
El tribunal fijó el juicio para el 22 de agosto, en la audiencia de la Habana, dijo Mercedes Rico, madre del reo en una llamada telefónica.
“Yo me enteré por unos amigos, pues las autoridades no me avisaron”, declaró Mercedes. “Más tarde lo confirmé con dos activistas, a quienes mi hijo pudo llamar ya adentrada la noche (del martes), porque a él le avisaron solo 12 horas antes. Esto lo hacen para que no vaya ningún activista a la vista oral”, agregó la madre del discapacitado.
Al cierre de esta información no se conocían detalles sobre la audiencia, que debió ocurrir en la mañana del miércoles.
La fiscalía acusa a Fernández Rico de “desacato”, “resistencia” y “portación ilegal de arma blanca”.
Fernández Rico está padeciendo una polineuropatía como resultado de tres prolongadas huelgas de hambre en los últimos dos años, la última de ellas hace solo unas semanas.
Fue encarcelado el 17 de abril pasado, después de protestar en un ómnibus de pasajeros, donde gritó “Abajo Fidel y Raúl”, y “Vivan los derechos humanos” porque policías le estaban dando una paliza a un joven que viajaba colgado en la puerta de un autobús repleto de pasajeros.
Fernández Rico, de 37 años y residente de San Miguel del Padrón, en La Habana, es activista del Partido Neocatólico, del Consejo de Relatores y de los Círculos Democráticos Municipalistas de Cuba.