LA HABANA, Cuba, 21 de agosto de 2013, Reinaldo Cosano Alén/ www.cubanet.org.- Un pozo de petróleo con más de cuarenta años de perforado y no menos de diez sin mantenimiento puso en alerta, por un escape del crudo, recientemente, a las autoridades y parte de la población de Guanabo, pueblo turístico al este de La Habana, especialmente en la confluencia de avenida Séptima-B y calle 500.
El pozo está curiosamente perforado en medio de la calle, como tantos otros en área de playas, sin concierto de planificación física y urbanística. Se colocó allí cuando el ilusorio boom petrolero de la década de los años sesenta hasta el derrumbe de la Unión Soviética, principal exportador a Cuba de equipos de perforación y extracción, encargado del asesoramiento técnico.
Un ingeniero de la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo de Occidente, quien prefirió no identificarse, dijo:
“Si bien fue un peligro momentáneo el escape, continúa la preocupación en la franja costera de alrededor de cincuenta kilómetros de playas y arrecifes, donde fueron perforados muchos pozos y sellados, sin mantenimiento técnico, con decenas de años acumulando petróleo y gas sin drenarse, sin explotación.
“Las válvulas, de fabricación soviética, sellan los pozos, evitan escapes de petróleo y gas. De hierro, fuertes, colocadas hace décadas, necesitan sustitución por deterioro, máxime que el salitre es muy agresivo. Ni válvulas ni armazones de hierro reciben siquiera pintura anticorrosiva. En el caso del pozo de calle 500, influyeron las intensas lluvias de esos días. Hubo mucha presión sobre la antigua perforación desde el manto freático, tanto por tierra como desde el fondo marino. El pozo está a unos doscientos metros de la costa. El peligro de incendio puede entenderse porque hasta una mínima partícula de arena o piedra proyectada desde las profundidades al chocar contra la armazón de hierro y acero puede provocar la chispa de un enorme fuego”.
El petróleo cubano, demasiado denso y sulfuroso, es poco estimado industrialmente, aunque útil en mezclas asfálticas. El abundante gas metano acompañante apenas se usa, demostración de ineficiencia. Energás, empresa cubano-canadiense, solo aprovecha escasa porciones del gas natural en la producción de electricidad y suministro de gas para uso doméstico a barrios de la capital.
El gobierno ha desestimado el aprovechamiento de las reservas atrapadas en muchos pozos sellados, no explotados. Evitaría peligros y redundaría en ahorro de millones de dólares por importación de combustible. Con la mezcla asfáltica habría menos calles y carreteras llenas de huecos.
La naturaleza mantiene encapsulado el petróleo y gas por millones de años pero una vez hecha la perforación hay que usarlo o mantenerlo atrapado mediante especiales medidas de seguridad para que no suceda los momentos de angustias como los que tuvo Guanabo recientemente.