LA HABANA, Cuba.- La reciente citación por parte de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) del Municipio Cerro al pastor evangélico Alejandro Hernández Cepero, pone al descubierto una vez más la falta de libertad religiosa en la isla.
No es la primera vez que la policía política utiliza este mecanismo para reprimir al líder cristiano pentecostal.
Hernández Cepero pertenece al Movimiento Alianza Cristiana, una organización que se ha apoyado en el artículo 88 (inciso g) de la Constitución cubana, para presentar una iniciativa de ley ciudadana, en este caso una ley de culto que, entre otras cosas, beneficie por igual a todas las iglesias, se autoricen la creación de escuelas para cada profesión de fe sin imposiciones ni controles del gobierno, y se elimine el acoso definitivo a los pastores.
Según el pastor, la propuesta, que ya recibe el apoyo de unas 500 iglesias que no están siendo reconocidas oficialmente por el Estado, fue presentada ante la Asamblea Nacional, sin que se haya recibido una respuesta favorable.
Se pudo conocer que durante mucho tiempo este líder cristiano venía apacentando fieles en la Provincia de Artemisa, a los que le inculcaba constantemente la necesidad de exigir cambios que facilitaran un papel más inclusivo del cristianismo en la comunidad.
Fue entonces que las instituciones del gobierno de este territorio empezaron a frenarlo, llegando incluso a amenazarlo con la cárcel, o la confiscación de su iglesia.
Desde su llegada a su nueva residencia, ubicada en Agua Dulce No. 111 apartamento 3, 5to piso, entre San Indalecio y San Benigno, en el Municipio Cerro, entabló excelentes relaciones de trabajo con el Movimiento Pastores por el Cambio, un grupo evangélico que sufre persecución y acoso por su posición, a favor de transformaciones profundas en las diferentes profesiones de fe, y en todos los sectores de la vida de la nación cubana.
Desde entonces, la policía política le mantiene bajo una constante vigilancia, que ha subido el tono con la mencionada citación del pasado viernes.
En otras ocasiones, Hernández ha sido interpelado por su nula participación en las actividades del Comité de Defensa de la Revolución (CDR), y sus constantes visitas a la sala de Internet de la Oficina de Intereses en la Habana (SINA).
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