GUANAJAY, Cuba, 22 de julio (Moisés Leonardo Rodríguez, 173.203.82.38) -La falta de componentes y piezas en la ensambladora de ómnibus de Guanajay, provincia Artemisa, ha hecho que la administración haya enviado a la mayoría de los trabajadores a sus casas (interruptos les dicen por acá) desde febrero, cobrando el 60% de sus salarios.
Se mantiene trabajando sólo a un pequeño grupo de 50 trabajadores, que reparan viejos ómnibus cubanos marca Girón, que la empresa compra a 5 mil pesos y venden a 16 mil, después de ponerles un nuevo motor y reparar capitalmente su carrocería y otros sistemas. Cada vez que el grupo termina 5 o 6 ómnibus, es enviado a sus casas y sustituido por un nuevo grupo de los que estaban hasta entonces interruptos.
Los ómnibus Girón, un invento nacional, fueron ensamblados durante los años 70 y 80, a partir de chasis de camiones soviéticos marca Gazz a los que se colocaron carrocerías cubanas, fabricadas artesanalmente en un taller ubicado en Línea entre 18 y 22, en el Vedado.
La ensambladora de Guanajay contaba con unos 700 trabajadores pero, en cumplimiento de la reducción de plantillas que se lleva a cabo nacionalmente, el personal debía disminuir a 600, según especialistas de la dirección provincial de transporte.
Más de 70 trabajadores hasta junio, la mayoría jóvenes, han solicitado la baja para trasladarse a empleos de mejor remuneración, sobre todo a la ampliación del puerto de Mariel, o para dedicarse a trabajar por cuenta propia.
La fuente de esta información, un trabajador afectado por la medida y que pidió no ser identificado, asegura que inicialmente se les dijo que el paro parcial duraría seis meses, pero los trabajadores se muestran escépticos.