LA HABANA, Cuba, 26 de abril de 2013, Frank Correa/ 173.203.82.38.- Un hombre conocido como Tripita murió ayer de infarto en el barrio marginal La Cantera, mientras recuperaba de entre las ruinas de un viejo almacén los materiales de construcción que pudieran salvarse, como ladrillos, bloques, cabillas y cables eléctricos.
El barrio La Cantera está situado donde estuvo una antigua cantera de piedra de Jaimanitas, limítrofe con La Lisa. Está compuesto por casas hechas con bajos recursos, de madera y cartón, y algunas de mampostería y otras nuevas donde predominan estos materiales reciclados de las viejas construcciones abandonadas.
Según contó Walter Arencibia, vendedor de cerdos, Tripita estaba muy necesitado de vivienda para la familia que había traído de Oriente. Estaban viviendo agregados y construía un cuarto junto al río. Estuvo trabajando toda la mañana en el viejo almacén abandonado, desmontando una pared ladrillo a ladrillo. Por la tarde, y tras un esfuerzo supremo, consiguió una cabilla de acero de una columna, pero el esfuerzo tan grande le provocó un infarto masivo, según el dictamen médico, y murió de manera instantánea junto a la columna, mandarria en mano.
La recuperación de materiales entre las ruinas de edificios y antiguas empresas se ha convertido en una fuente de empleo y de abastecimiento, para volver a utilizar el material en las construcciones de la población, lo que ha provocado accidentes y muertes por lo peligroso de este oficio.