LA HABANA, Cuba, 7 de febrero (Moisés Leonardo Rodríguez, 173.203.82.38) -A un molinero y un aserrador del poblado de Cabañas, del municipio Mariel de provincia Artemisa, que poseen licencias de trabajo por cuenta propia desde años atrás, las autoridades les han notificado oficialmente que deben contratar un ayudante para poder mantener sus licencias activas.
Ambos han trabajado durante años sin necesidad del ayudante que ahora el gobierno quiere imponerles. Para tener el ayudante obligatorio, deben pagar, además del salario al trabajador, un impuesto mensual de 70 pesos en moneda nacional, la contribución al seguro social y otros nuevos costos.
El molinero, Alejandro Sánchez, ya ha decidido devolver la licencia, que mantenía desde 1994. “¿Qué jubilación voy a empezar a pagar yo, con 80 años?”, expresó.
El aserrador es el único que brinda ese servicio a la población en el poblado y sus inmediaciones. Lleva 30 años haciendo su trabajo con viejas máquinas, que mantiene en perfecto estado de funcionamiento en el patio de su casa. “Si decide cerrar el negocio habrá que aserrar la madera como los pájaros carpinteros” aseguró uno de sus clientes.
Los funcionarios de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) del municipio han informado a los interesados que, a partir de marzo, las licencias se otorgarán con el requisito de que el receptor tendrá la obligación de retenerlas al menos por un año (y por supuesto pagar los permisos e impuestos correspondientes) antes de poder devolverlas, independientemente del éxito o fracaso de su negocio.