LA HABANA, Cuba. –Ayer lunes, en el domicilio de los blogueros Reinaldo Escobar y Yoani Sánchez, tuvo lugar una reunión más del Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana. Concurrió una treintena de los compatriotas convocados. Tuve ocasión de estar presente, y con mucho gusto comparto mis impresiones sobre este evento con los lectores de CubaNet.
Participaron miembros del Grupo de los 75, José Daniel Ferrer García, Martha Beatriz Roque Cabello, Félix Navarro Rodríguez, Librado Linares, Arnaldo Ramos Lauzurique y Eduardo Díaz Fleitas; otros dirigentes como Guillermo (Coco) Fariñas Hernández, el ingeniero Dagoberto Valdés, Elizardo Sánchez Santa Cruz y Manuel Cuesta Morúa. También, desde luego, los anfitriones Reinaldo Escobar y Yoani Sánchez, entre otros.
Quiso la casualidad que este encuentro —señalado desde hace semanas— se celebrara a raíz de los trascendentales anuncios hechos el pasado miércoles 17 en La Habana y Washington con respecto a las relaciones bilaterales Cuba-Estados Unidos. Este aspecto quedó reflejado en los escritos aprobados, entre los cuales se encuentra una declaración sobre ese importante tema.
No obstante, considero que lo más trascendental es el documento consensuado, en virtud del cual se le dio una redacción actualizada a los cuatro puntos fundamentales que reclama la sociedad civil cubana de cara a una apertura democrática en nuestro país.
Esto incluye la “liberación incondicional de todos los presos por motivos políticos” y el “fin del abuso institucional y policial contra el pueblo cubano”, el respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a otros documentos internacionales en esa materia, el “reconocimiento de la legitimidad de la sociedad civil” independiente y la adopción de reformas jurídicas con vistas a “la realización de elecciones libres”.
Con respecto al tema de los acuerdos Cuba-Estados Unidos, los reunidos dejamos constancia de nuestra alegría “por las decenas de compatriotas que serán excarcelados” y por la liberación del ciudadano norteamericano Alan Gross. También expresamos nuestra opinión de que lo acordado “pone fin al pretexto y la narrativa oficial de plaza sitiada, por lo que debemos centrarnos en el cambio democrático en Cuba”.
En otro orden de cosas, se constata que “la presión de los demócratas cubanos dentro y fuera de la Isla ha contribuido de forma sustantiva a la creación de este nuevo escenario”. Coincidimos en que “debemos prestar oído, reflejar y dar voz a lo que el pueblo cubano está sintiendo en estos momentos”, y nos comprometemos a “ofrecerle una nueva narrativa, tácticas, estrategias y un nuevo lenguaje”.
Por último, “llamamos a fortalecer la unidad en la diversidad alcanzada hasta ahora”, con independencia de la opinión que cada cual tenga sobre estos históricos acontecimientos, y decimos que “esperamos que próximas negociaciones se efectúen con mayor transparencia y teniendo en cuenta a todos los actores de la sociedad cubana, sin secretismos ni de espaldas a las instituciones”.
Yo diría que el aspecto más relevante de este encuentro fue la disposición de todos los presentes a alcanzar los necesarios consensos por encima de las divergencias de opiniones que sin dudas existen en una concurrencia tan variopinta. Hubo que debatir largo y tendido, pero parece evidente que los resultados alcanzados valieron la pena.
En el próximo encuentro, previsto en principio para el mes de febrero, el Espacio Abierto de la Sociedad Civil Cubana deberá adoptar nuevos acuerdos de cara al inevitable cambio político que con seguridad tendrá lugar en nuestra Patria más temprano que tarde.
Esperemos que los miembros destacados de grupos alternativos de la Isla que en esta ocasión decidieron no asistir, reconsideren su actitud, así como que, por encima de las diferencias de criterios que son inevitables en cualquier grupo humano de talante democrático, todos coincidamos en que, ahora más que nunca, es necesario que nos juntemos y procuremos arribar a consensos sobre el futuro de nuestra Patria.