LA HABANA, Cuba, 4 de junio (Agencias, 173.203.82.38) – Las recientes lluvias que castigaron la parte central de la isla han aumentado la ansiedad de los muchos habaneros, que ven esta temporada de lluvias como la última que pasarán en sus precarias moradas.
La Defensa Civil de Cuba emitió el sábado pasado una alerta sobre la continuación de intensas precipitaciones en el Occidente del país. Sin embargo residentes de la capital destacaron que La Habana necesita mucho más que alertas y advertencias, según indicó martinoticias.com.
Vladimir Calderón Frías, líder del opositor Partido Republicano de Cuba, se desempeñó como arquitecto de guardia en el municipio Centro Habana por tres años y atendía la sección ‘Derrumbes, apuntalamiento, albergues y demolición’.
Calderón Frías dijo a martinoticias.com que el deterioro de las viviendas en la capital ha aumentado y en estos momentos gran parte de las edificaciones están expuestas a derrumbes parciales y semiparciales.
“El nivel de deterioro en la ciudad asciende de un 71 por ciento a un 74 por ciento “, dijo el especialista. Añadió que las viviendas de La Habana requieren “un mantenimiento no sólo preventivo, sino de una reparación capital a nivel general en todo su contexto urbano”.
La Defensa Civil ordenó el pasado sábado que ‘los órganos de dirección y de mando debían apreciar la situación en sus respectivos territorios e incrementar la vigilancia hidrometeorológica en los embalses, regiones montañosas, zonas bajas cercanas a ríos y arroyos”.
Pero Calderón Frías destacó que no tiene sentido hacer solo advertencias horas antes de que comiencen las lluvias. Precisó que durante un breve recorrido que realizó por las calles de Centro Habana el sábado, luego de varias horas de lluvia, pudo ver el desprendimiento parcial de un balcón y de vigas de madera que apuntalan algunos portales en La Habana Vieja.
Las torrenciales lluvias que azotaron la zona central del país hace más de una semana afectaron “unas 1,156 viviendas”, entre ellas 47 totalmente derrumbadas, y provocaron “cuantiosas pérdidas” en la agricultura, pues anegaron “unas 3,356 hectáreas de cultivos varios, caña, arroz, y tabaco”, de acuerdo con reportes del diario oficial Juventud Rebelde.
El temporal también dejó también dos muertos, el francés Alain Manaud y el cubano Silvestre Fortún, que perdieron la vida mientras intentaban cruzar los ríos Cangrejo y Santa Lucía cuando estaban muy crecidos.