LA HABANA, Cuba, 14 de febrero (Aini Martín Valero, PD/ 173.203.82.38 ) –
Muchos padres cubanos coinciden en evaluar los hospitales pediátricos de La Habana como lugares “deprimentes”; tanto por el estado de las instalaciones, como por la calidad del servicio que en ellos se brinda.
Isabel Acosta, madre de una pequeña que estuvo ingresada en días recientes en el Pediátrico del Cerro, habló sobre la falta de limpieza y la mala calidad de la alimentación que ofrecen a los niños ingresados en ese hospital.
“Mi niña fue ingresada con Dengue; nos dieron unos mosquiteros podridos y con huecos. Todos los días servían, como almuerzo y comida a los pequeños, arroz, chícharos y un revoltillo de huevos, de apariencia medio verdosa. Los niños no querían comer aquello”.
Según la fuente los pequeños enfermos recibían un buen trato de los médicos, pero la situación de las instalaciones, con los techos en mal estado, los tomacorrientes rotos, y sin agua, entre otros problemas, hacía de la estancia en el hospital un verdadero infierno.
Las salas del pediátrico del Cerro, de la Covadonga y el Aballí, están llenas de niños enfermos de Dengue, en cuarentena, pero las autoridades sanitarias, ni los medios, dan a conocer estadísticas al respecto.
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