LA HABANA, 16 de abril de 2013, William Cacer/ Hablemos Press/ 173.203.82.38.- Hace unos pocos días, alrededor de 50 agentes, miembros de la policía y otras organizaciones gubernamentales, que utilizaron carros jaulas, autos patrulleros y ambulancias, fueron movilizadas para el desalojo de una familia en el reparto Miramar, municipio Playa, en La Habana, que concluyó con el arresto de varios ciudadanos.
Milagro Ochil Valdés, sus dos hijas menores y sus dos padres enfermos, residentes en calle 4ta, número 313, Miramar, resultaron ser las víctimas del desalojo, que se llevó a cabo el pasado 8 de abril, valorado de vandálico por sus vecinos, debido a la violencia con que obraron los movilizados.
“Ellos llegaron como a las 8:30 am y sin muchas explicaciones comenzaron a sacar cuantos trastes encontraron a su paso, y luego los arrojaban para el portal de la planta baja de la vivienda”, expresó Ochil Valdés.
Familiares y vecinos trataron de convencer a las autoridades para que no desalojaran a la familia; pero la respuesta negativa de estos provocó la indignación entre los vecinos que comenzaron a gritar a los victimarios.
¿No les da vergüenza desalojar a esos infelices frente a la embajada de Italia?, gritó uno de los vecinos; mientras un oficial de la policía respondió: “¡Esto se hace en el mundo entero!”.
Los ánimos se fueron caldeando entre vecinos, curiosos y policías hasta concluir con el arresto de dos vecinos, que fueron esposados e introducidos en un carro-jaula, y Yelisa Naranjo Ochil, de 14 años de edad, que fue agredida y esposada por una uniformada.
“A mí tuvieron que llevarme al hospital, pues me dolían muchos los brazos debido a las lesiones que me provocó la policía”, dijo Yelisa mientras mostraba un certificado médico y enseñaba los hematomas.
Otro vecino, que trató de tomar imágenes con un celular, fue amenazado por un policía que sacó su arma; mientras una anciana que se interpuso entre los dos, tratando de mediar, fue empujada violentamente por el militar.
Respondiendo a una interrogante sobre los motivos del desalojo, uno de los funcionarios que participó explicó que ese domicilio pertenece a la Empresa GEOCUBA.
“Yo no digo que ellos no sean propietarios de la segunda planta, pero en la primera estaban ilegal, pues esa planta baja pertenece a GEOCUBA”, señaló el funcionario.
Un vecino que donó un video a Hablemos Press dijo que la casa se la quieren dar a un Teniente Coronel del Ministerio del Interior.
Mientras, Ochil Valdés confirmó que ella vivía con su familia en la segunda planta de la vivienda, de la cual es propietaria hace más de 40 años, hasta que en el 2008 sufrió un derrumbe. “Al verme en peligro y sin respuesta a las muchas cartas que he escrito al Consejo de Estado y otras instituciones, decidí bajar a la primera planta que había sido abandonada por GEOCUBA”.
Ochil se mantiene viviendo, con su familia, en el portal de la edificación. Pero dice no sentirse segura pues teme que en cualquier momento regresen con la intención de expulsarla a la calle u obligarla a retornar a su segunda planta.