MIAMI, Florida, 31 de julio (173.203.82.38) – Antonio Conte Téllez, escritor, poeta y periodista cubano, falleció en Miami aparentemente de una enfermedad cardíaca, informó el fotógrafo Iván Cañas en su sitio de Facebook.
“Me acaba de comunicar su prima que hace unas dos horas la policía lo encontró derribado sobre el timón de su auto en una calle del centro de Miami, su ciudad de refugio”, escribió Cañas temprano el lunes.
“La fragilidad de su miocardio pudo más que sus ansias de vivir y su anhelo compartido de escupir sobre la tumba del tirano que a muchos de nosotros nos ha separado de nuestra patria”, escribió el fotógrafo. “Que injusta es esta vida…tanta gente hermosa que se va y tanto miserable que vive y pervive”, agregó.
Antonio Conte, nació en La Habana en 1944 y cuenta entre su prolífica obra con títulos como “Afiche rojo”, “Con la prisa del fuego”, “En el tronco de un árbol”, “Ausencias y peldaños” y “Definición del humo” (poesía). También publicó “Agua del recuerdo”, “Y vendrá la mañana” y la novela “La fuente se rompió”.
En Cuba, Conte fue compañero en las labores periodísticas de Rosa Berre, fundadora de Cubanet. Tras su arribo a Miami en el año 2000, y hasta 2012, ocupó el cargo de editor en Cubanet, donde ayudó a la formación y el mejoramiento profesional de incontables periodistas independientes.
“No sé qué sucederá con sus restos, pero si sé que su obra, su talento y sobre todo su buena-gentía nos acompañará por siempre a los que tuvimos el privilegio de caminar con él su trecho por la vida”, dijo Cañas.
La renombrada escritora cubana Zoé Valdés expresó el lunes sus condolencias por el fallecimiento del escritor y periodista, también conocido como “El Niño Conte”.
“Nos conocimos en La Habana (…) Compartimos poemas, noches en Mercaderes 2 y en La Bodeguita del Medio, y nos hicimos amigos (…). Era todo un señor habanero, de la calle Colón. Lo recuerdo siempre jaranero, irónico, y muy reflexivo aunque sin excentricidades. Un hombre bello, por dentro y por fuera. Nos volvimos a ver en Miami, en las oficinas de Cubanet, hace tiempo. No había cambiado nada, salvo que le habían salido muchas canas, y que le noté un poco de cansancio en la mirada. Tenía el corazón frágil, y una obra fuerte, todavía por descubrir. En paz descanse este buen caballero”, dijo Valdés.