LA HABANA, Cuba, 17 de mayo (Agencias, 173.203.82.38) – El Gobierno de Cuba responsabilizó a Estados Unidos por el “robo” de la marca de ron Havana Club tras el fallo esta semana de la Corte Suprema estadounidense, que denegó a la compañía Cubaexport y su socio Pernod Ricard la posibilidad de comercializar en EE.UU. el ron con ese nombre, dijo la agencia Efe.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores demanda al Gobierno de los Estados Unidos otorgar de inmediato la licencia que permita a la entidad cubana Cubaexport renovar la marca Havana Club”, señala una declaración oficial de la Cancillería cubana divulgada el jueves.
Cuba señala que “si el Gobierno de Estados Unidos no actúa, será el único responsable del robo de la marca Havana Club a su legítimo titular, la compañía Cubaexport y de las consecuencias negativas que pudieran derivarse de este hecho para la protección recíproca de la propiedad industrial”.
El fallo de la Corte Suprema de EE.UU. pone fin a un largo proceso legal en el cual Cubaexport, y la compañía francesa de fabricación de bebidas alcohólicas Pernod Ricard, defendían su derecho a usar el nombre Havana Club para vender este ron en el mercado estadounidense, que se disputa hace décadas con la marca Bacardí.
La compañía francesa y la corporación Cuba Ron, que opera bajo Cubaexport, llegaron a un acuerdo en 1993 para vender Havana Club en 120 países.
Pernod Ricard ha estado en pugna con la empresa Bacardi desde 1994, cuando la compañía radicada en Puerto Rico solicitó un permiso a las autoridades estadounidenses para registrar la marca, indicó Efe.
La familia Arechabala, quien creó este ron en 1935 y vendió los derechos a Bacardi posteriormente, exportó esta bebida alcohólica a Estados Unidos hasta que en 1960 el Gobierno cubano nacionalizó la planta y la marca.
Las autoridades cubanas registraron el nombre del ron Havana Club en Estados Unidos en 1976, en espera del fin del embargo económico contra la isla, y lo tienen también inscrito en otros países.
En 2006, el Departamento del Tesoro no renovó la licencia comercial a la compañía francesa en virtud de una ley de 1998 que prohibió la renovación de ciertas marcas comerciales cubanas asociadas a propiedades nacionalizadas tras la revolución de 1959.
El Gobierno cubano asevera que esa ley fue “resultado de las maniobras de la mafia anticubana de Miami y sus aliados dentro del Congreso, en retribución a las cuantiosas contribuciones financieras que reciben de la compañía Bacardí, la real promotora de estas acciones contra Cubaexport, dirigidas a usurpar las marcas y mercados del ron genuina y legítimamente cubano”.
“Este litigio y otros procesos en curso contra patentes y marcas cubanas en las cortes norteamericanas han puesto en evidencia la complicidad del Gobierno de los Estados Unidos en el despojo de los derechos y marcas cubanas”, añade la declaración de las autoridades de la isla.