LA HABANA, Cuba, 20 de diciembre (Moisés Leonardo Rodríguez, 173.203.82.38) -La heladería Coppelia, de La Habana, fue inaugurada 4 de junio de 1966. Su diseño lo realizaron los arquitectos Mario Girona, Rita María Grau y Candelario Ajuria. Los cálculos corrieron a cargo de los ingenieros Maximiliano Isoba y Gonzalo Pazse.
En el lugar donde se encuentra, la esquina de 23 y L, en el Vedado, estuvo el hospital Reina Mercedes, desde 1886 hasta 1954, año en que fue trasladado a su nueva edificación, en Zapata y D. El gobierno castrista rebautizó al Reina Mercedes como Hospital Comandante Manuel Fajardo.
La idea original era construir un nuevo hospital en 23 y L, pero se cambio por la de hacer un rascacielos de 50 pisos. El proyecto fue desechados con el triunfo revolucionario de 1959 y en el lugar se construyó un Pabellón de Turismo con un restaurante de capacidad para 500 personas y lagos y paisajes artificiales.
Durante la primera mitad de 1996 se trabajó durante 24 horas por seis meses ininterrumpidamente para hacer la actual edificación de la heladería Coppelia, diseñada con capacidad para 1000 usuarios simultáneamente.
En la famosa película Fresa y Chocolate, uno de los personajes la llama “La Catedral del Helado”, pero el lamentable estado actual de la instalación y la mala calidad de los helados y el servicio, no parecen dignos de una “catedral”.
En la actualidad quedan muy pocos de los “54 sabores” originales que ofrecía Coppelia en 1966 y el producto es de muy mala calidad. El lugar está sucio, la atención al público es deficiente y la lentitud del servicio hace que las colas sean interminables. El control que ejercen los custodios, encargados de mantener el orden en las colas, sobre los clientes es casi militar. Más que una catedral, Coppelia hoy parece el Purgatorio o una unidad militar.