LA HABANA, Cuba, 18 de junio de 2013, Augusto César San Martín Albistur/ www.cubanet.org.- El prisionero Josvany Rivas González puede morir. Las autoridades médicas del penal donde cumple la sanción de seis años por el robo de una reproductora de sonido de auto, están seguros de que la combinación cirrosis hepática, VIH y falta de medicamentos es letal.
Cuando Rivas González ingresó a la prisión, no sabía que era seropositivo. El examen de su novia reveló el contagio y fue trasladado para la Prisión del SIDA, nombre por el que se conoce la cárcel destinada para los enfermos de VIH, ubicada en San José de Las Lajas, provincia Mayabeque.
Después de ser internado en la prisión de San José, la salud de Josvany comenzó a deteriorarse. En poco tiempo le diagnosticaron la cirrosis hepática que él considera mal atendida como enfermedad. La cárcel cuenta con una posta médica sin locales para realizar exámenes de laboratorios y rayos X, y escasean los medicamentos.
En visita realizada en el día de ayer al prisionero, declaró para CUBANET: “Aquí no hay un mínimo de condiciones. Faltan los medicamentos, no hay ni Duralgina. Nadie garantiza mi vida en esta prisión”.
El mes pasado, Josvany sufrió una descompensación que le produjo acumulación de líquido abdominal y hemorragias digestivas. Durante quince días, los médicos le indicaron que “echara la cabeza para atrás”. Luego lo trasladaron al hospital de la prisión del Combinado del Este, donde fue ingresado de urgencia.
Las pruebas practicadas al paciente arrojaron inflamación del páncreas y el hígado. Por la evolución de la enfermedad, los médicos propusieron otorgarle la libertad extrapenal al recluso.
La demora de la gestión propició que las autoridades penitenciarias del Combinado del Este decidieran regresar a Josvany a la prisión de San José, lugar que él denomina, “el reino del caos”.
“Sirven la mitad de la dieta que corresponde a los presos. La carne la sirven ripeada dentro de un agua que no tiene sabor, la elaboración es pésima¨, comentó.”Desde que regresé, no me han dado ningún medicamento, en menos de una semana he bajado mucho de peso¨, agregó.
La jefa del puesto médico del penal declaró a este reportero que carecen de los “medicamentos indicados al paciente pero son sustituidos por otros”, sin indicar cuales.
Un funcionario de la prisión explicó que el caso de Josvany genera contradicciones. Según el militar, las autoridades del Combinado del Este consideran al enfermo responsabilidad de la prisión de San José. Mientras, las autoridades médicas del penal de San José se declaran incapaces de mantener al paciente estable.
La pasada semana, Josvany tuvo nuevos sangramientos. Fue llevado hacia el hospital del Combinado del Este pero allí le negaron el ingreso. Uno de los militares que participó en el traslado declaró: “nadie quiere que se muera en su terreno”.
Josvany Rivas González mantiene la esperanza de que le otorguen la libertad extrapenal. En el contacto que tuvimos, pidió que intercediera por él ante las autoridades penitenciarias, porque tiene miedo morirse en la prisión.