PINAR DEL RÍO, Cuba.- El pasado día 12 del mes en curso, una noticia llenó de dolor a todos en una comunidad pinareña: El joven Hanói falleció en el hospital provincial después de batallar 29 días entre la vida y la muerte.
Anteriormente, el día 14 de julio, los vecinos de la comunidad “Hermanos Cruz”, en esta provincia, presenciaron un hecho sin precedentes en la zona. Un cable de la línea de alta tensión colapsó, cayendo a la calle.
Una hora y media después de la llamada de aviso se presentaron los efectivos de la empresa eléctrica provincial. Un joven nombrado Hanói (29), que se desempeñaba como ayudante en la brigada fue el designado para realizar las labores de reparación. Transcurridos unos minutos, una explosión estremece el barrio y para horror de los testigos el joven queda electrocutado, colgando de un poste a la altura aproximada de tres pisos de un edificio normal, sobre el nivel del suelo.
La demora del servicio de primeros auxilios desata la ola de protestas de los vecinos que presenciaban el hecho. Transcurridos una hora y 45 minutos, llegaron los equipos de bomberos y de la salud pública. Minutos antes habían trasladado el cuerpo del accidentado en el auto de un vecino.
Cada hombre y mujer en el distrito residencial “Hermanos Cruz”, testigos de lo ocurrido, tienen como alternativa única ante la impotencia una interrogante: ¿Pagarán algún día los responsables por esta negligencia en la que murió un muchacho que recién empezaba su vida?